Décima sesión del juicio por los atentados en Barcelona y Cambrils del 17 de agosto del 2017 y última de esta semana. Hoy han declarado buena parte de los testigos a quien varios integrantes de la célula intentaron alquilar una furgoneta, con el pretexto que era para hacer una mudanza.
También han comparecido como testigos varios peritos policiales. Entre ellos, los mossos d'esquadra que hicieron el seguimiento de los viajes a París y Bruselas de algunos de los terroristas a partir de las diversas pruebas que encontraron entre los escombros de la casa de Alcanar donde se produjo la explosión el día antes del ataque.
Entre los indicios había un ticket de un parquing de París, a partir del cual los investigadores intentar resolver el porqué del viaje. También viajaron a Bélgica. Eran Mohamed Houli, uno de los acusados, y Younes Abouyaaqub, Mohamed Hichami, Yousef Aalla y el imán Abdelbaki Es Satty.
Según el testigo del policía que se encargó de traducir y tramitar la investigación que había llegado de las autoridades belgas, la conclusión no indicaba ninguna relación de los investigados con un delito de terrorismo.
Los indicios que se encontraron en Alcanar, sin embargo, corroborarían todo el contrario. Entre la documentación que se encontró había manuscritos donde afirmaban ser soldados del Estado Islámico y un borrador de la bandera de la organización terrorista. También encontraron marcado en un calendario el 20 de agosto y un listado de posibles objetivos, todo poblaciones costeras, ordenadas del norte al sur de Catalunya.
vAsí intentaban alquilar una furgoneta los terroristas
La célula de Ripoll trató de alquilar furgonetas a varios particulares diciendo que eran para hacer una mudanza. Uno de ellos, que conocía a Younes Abouyaaqoub porque compró al joven de Ripoll un coche en 2016 por 'Wallapop', recibió una llamada dos meses antes del atentado en la cual el autor material del atropello de la Rambla le pedía su furgoneta "para hacer una mudanza", pero la quería sin conductor. Abouyaaqoub argumentó que quería que el préstamo fuera "entre musulmanes" pero que le pagaría.
El testigo, que utilizaba la furgoneta para hacer mudanzas, se negó y dijo que probara a través de empresas de alquiler. La supuesta mudanza era desde Alcanar a Tarragona, según dijo Abouyaaqoub al testigo.
Los autores de los atentados también pidieron al propietario de una tienda de comestibles de Sant Carles de la Ràpita que les dejara su furgoneta. Fueron presencialmente a la tienda a hacer la petición. Niega que fueran clientes habituales.
También ha declarado un familiar lejano de los Aalla, por parte materna, a quién Youssef llamó para pedirle su furgoneta "para una mudanza". El testigo explica que se negó a dejarla porque él "no deja su vehículo a nadie". No llegaron a hablar de pagar por el alquiler.
Un trabajador de la compañía Rent a car, de alquiler de vehículos en Castelló, recibió una llamada de un miembro de la célula de Ripoll el 16 de agosto del 2017 en la cual pedía alquilar una furgoneta de forma "urgente". El testigo explica que le sorprendió que le dijera que llamaba de Barcelona, pero que dijera que en una hora podía pasar a recogerla.
"Lo que es lógico es que la alquilara en Barcelona", ha dicho. El testigo ha explicado que no les alquiló ningún vehículo porque no tenía ninguno disponible. A pesar de expresar que no tenía, el chico "insistía" y expresaba tener "mucha urgencia".
También ha testificado el propietario de un restaurante donde trabajó Youssef Aalla, quien le llamó el 16 de agosto al mediodía pidiendo que le alquilara un 4x4. No dijo para qué lo quería. El testigo se negó a alquilarlo y recomendó que tratara de alquilar en Puigcerdà. Nunca antes le había dejado este vehículo.