El exdirigente de ETA José Antonio Urrutikoetxea Bengoetxea, alias Josu Ternera, ha pedido que se archive su acusación por el atentado contra el cuartel de la Guardia Civil de Zaragoza el 11 de septiembre de 1987 donde murieron once personas, entre las cuales cinco menores. Su abogado argumenta en un escrito que se ha presentado hoy en la Audiencia Nacional que durante los años que duró todo el procedimiento, donde "se determinaron una serie de hechos y responsabilidades y, además, se celebraron varios juicios de los cuales surgieron las diversas sentencias que abren unidas a las actuaciones", nunca se hizo ninguna mención de Ternera ni se le imputaron ninguno de los hechos investigados ni relacionados con la causa.

"Ninguno de los múltiples testigos de los hechos, ninguno de los investigadores de estos, ninguno de los procesados ni de los después condenados han mencionado nunca a mi representado ni lo han vinculado con nada de lo que es objeto del presente sumario ordinario; cosa diferente es, como se verá ut infra, que se pretenda concluir que por su supuesta posición en el Comité Ejecutivo de ETA es responsable de este atentado", dice el escrito de la defensa. Concluye que eso es porque "no ha cometido ningún hecho que tenga relación con el objeto del presente sumario" y califica de "sorprendente imputación en los hechos objeto del presente procedimiento que surgen a partir de un buscado informe de la Guardia Civil de fecha 20 de junio de 2021, es decir 14 años después de los hechos sucedidos el 11 de diciembre de 1987". Según el abogado, los hechos que se le imputan a Josu Ternera "en este informe de la Guardia Civil no son constitutivos de los delitos que se persiguen en el presente procedimiento". Y por eso pide el archivo.

El abogado pone en duda los informes e indicios que han provocado la imputación de Josu Ternera: "Si en 14 años no hubo ninguna prueba que vinculara a mi representado con los hechos, si después de prolijas investigaciones y de varios juicios y otros tantas sentencias ninguna mención existe a mi mandante, igual tenemos que plantearnos el porqué se requiere y después se elabora un informe característico, con escasa rigurosidad y absolutamente plagado de conjeturas que ha podido servir para imputarlo, incluso procesarlo, pero que no puede ni tiene que pasar el filtro propio del juicio de ponderación que se tiene que hacer, sobre los hechos a él atribuidos, a medida que establecen doctrina y jurisprudencia en relación con lo previsto en el artículo 637.2 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal".

 

 

 

En el escrito de defensa se reitera que "34 años después de estos atentados sigue sin haber ningún indicio y los hechos que se le atribuyen no son constitutivos de ninguno de los delitos investigados en este sumario" y se cuestiona el informe de la Guardia Civil que lo imputa argumentando que "ser miembro del Comité Ejecutivo, si es que querríamos asumir esta hipótesis, de acuerdo con aquello establecido en el propio informe, NO IMPLICARÍA NINGUNA PARTICIPACIÓN DIRECTA EN EL ATENTADO OBJETO DEL PRESENTE PROCEDIMIENTO y eso es así porque, evidentemente, [se refiere a los miembros del Comité Ejecutivo] no están personalmente en cada uno de los movimientos, acciones, atentados, etc. que realizan los miembros de la banda terrorista".

El caso contra Ternera

El 2 de septiembre pasado el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno cerró el sumario de la investigación contra el exjefe de ETA por el atentado cometido en 1987 contra la casa cuartel de Zaragoza, que dejó a once muertos, incluidos cinco niños. En julio, la Sección Tercera de esta misma sala confirmó el procesamiento de Josu Ternera por este caso al rechazar un recurso donde este alegó que en sentencias anteriores se establece que quien ordenó el atentado fue el etarra histórico Francisco Mújica Garmendia, Pakito; que el informe firmado por la Guardia Civil que obra en la causa va a la quiebra el principio de imparcialidad porque el ataque se dirigió contra este cuerpo; y que no hay indicios suficientes en contra.

El procesamiento del exjefe de ETA por parte de la justicia española llegó después de que la Corte de Casación de París autorizara en noviembre del 2020 la entrega definitiva a España por este atentado. El tribunal galo rechazó así otro recurso presentado por la defensa de Josu Tenera contra una sentencia de la Cámara de Instrucción del Tribunal de Apelaciones de París que ordenaba repatriarlo. La Corte de Casación también ha acordado la entrega definitiva de Urrutikoetxea en España por la causa sobre la financiación de la organización terrorista a través de las herriko tabernas, mientras que el Tribunal de Apelaciones dio luz verde a su extradición por el asesinato del entonces directivo de Michelin Luis María Hergueta el 25 de junio de 1980 en Vitoria.

Sobre el asesinato de Hergueta, el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz anuló en mayo su procesamiento, con el apoyo de la Fiscalía, al comprobar que en esta fecha Josu Ternera no formaba parte de ETA politicomilitar, que reivindicó este atentado. Además, la Audiencia Nacional le reclamaba por una causa sobre delitos de lesa humanidad en que hay procesados otros exdirigentes de la organización terrorista, pero en este caso las autoridades francesas denegaron la devolución a España.

Urrutikoetxea, de 70 años, fue detenido en mayo del 2019 en Sallanches, en los Alpes franceses, después de estar casi 17 años a la clandestinidad. En junio de aquel año, el Tribunal de Apelaciones lo puso en libertad provisional por motivos de salud, pero cuando abandonaba la prisión de La Santé fue retenido después de que las autoridades francesas se cercioraran de que la Audiencia Nacional lo requiere por varias causas. Desde el mes de julio pasado, Josu Ternera está en libertad a Francia a la espera de que se resuelvan los procesos pendientes en este país. El Tribunal Correccional de París lo absolvió de un delito de pertenencia a organización terrorista por el cual la Fiscalía pedía que fuera condenado a cinco años de prisión. La justicia francesa no considera acreditado que ejerciera un papel activo a ETA entre el 2011 y el 2013. Urrutikoetxea todavía está esperando que se celebre un último juicio ante los tribunales franceses por el mismo delito pero referido a los años 2002 y 2005.