La sentencia de Artur Mas, Joana Ortega y Irene Rigau no se pronunciará hasta que el Tribunal Supremo no haya juzgado y decidido sobre la posible inhabilitación de Francesc Homs. Se da por hecho que será una decisión de culpabilidad y que, en función de lo que decida el Supremo, hará el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya. No es ningún secreto, es un hecho que corre por los pasillos judiciales y que argumentan varias fuentes consultadas por El Nacional.

Este lunes empieza el juicio a Francesc Homs por el 9-N. Se enfrenta a 9 años de inhabilitación. Es la secuela de la primera parte de la película vivida en el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya con Artur Mas, Joana Ortega e Irene Rigau sentados en el banquillo de los acusados. Homs forma parte del mismo proceso, sin embargo, la causa se dividió en dos, de manera poco habitual en derecho.

La ley es muy clara y dice que no se deben separar las causas para que no se produzcan situaciones como las del 9-N. En este caso hay cuatro imputados por los mismos hechos y uno de ellos es aforado, por lo tanto, correspondía al Tribunal Supremo juzgarlos a los cuatro, Artur Mas, Joana Ortega, Irene Rigau y Francesc Homs. Sin embargo "el Supremo no quería juzgar a todo el mundo", afirman fuentes judiciales, y por este motivo se ha roto la continencia de la causa, la unidad de todo el proceso. Ahora "tienen que intentar evitar como sea una sentencia diferente", afirman las mismas fuentes.

Por este motivo, todo hace pensar, y es más que probable, que la sentencia de Homs se pronuncie antes que la de Mas, Ortega y Rigau y que las dos sean iguales: una condena. El Supremo marcará el camino a seguir al Tribunal Superior de Justicia de Catalunya. Eso también explicaría la celeridad con la que ha ido todo el proceso contra Homs. No es nada habitual que los procesos vayan tan rápidos.

Sería de una "enorme ingenuidad", dice la abogada de Francesc Homs, Eva Labarta, pensar que las sentencias serán diferentes. Y remarca que sólo quince días después de presentar los escritos de defensa ya se abrió el juicio oral, que cerraba el proceso y conducía a Homs al banquillo de los acusados, con una celeridad poco vista en el mundo de los tribunales: "No es raro, es rarísimo", dice Labarta.

La estrategia de la defensa

Francesc Homs decidirá él mismo si responde o no a todas las partes. Su abogada le ha dado vía libre. Y aunque durante el juicio de Barcelona, donde compareció como testigo, quiso que el fiscal le hiciera preguntas, y además le reprochó que no lo interrogara, podría ser que, en su propio juicio, Homs se negara a responder al Ministerio Público.

"La Fiscalia quiere ir a unos detalles que no interesan", dice la abogada de Homs, Eva Labarta, a El Nacional. Asegura que Homs "no tiene nada que esconder, ni le importa" el que pueda buscar y querer demostrar el fiscal, pero la defensa intuye que el Ministerio Público "no irá a preguntar cómo se ha llegado hasta aquí", sino que querrá probar que Homs ordenó a empresas seguir con el 9-N. Pero Labarta destaca que "él tiene ganas de responder a todas las partes". Ante el Supremo, en septiembre, Homs declaró que había actuado siguiendo el mandato del Parlament.

Homs fue el cuarto imputado en el caso, una vez la investigación ya estaba avanzada. Entre la documentación se encontró un correo electrónico en que Homs respondía a una de las empresas que preguntaba si, a pesar de la suspensión de la consulta, tenían que acabar el encargo. Francesc Homs, conseller de la Presidència en aquel momento, dijo que debían seguir, y además, alertó a la empresa de que si no cumplían el contrato pondría en manos de los servicios jurídicos de la Generalitat el incumplimiento.

Buena parte de los "múltiples argumentos" de la defensa están centrados en que en ningún momento el Tribunal Constitucional ordenó explícitamente detener nada, ni prohibir nada. La línea es continúa, en este sentido, con la estrategia de las defensas de Artur Mas, Joana Ortega e Irene Rigau. "No dijo ni mu", afirma Labarta.

Mas, testigo de excepción

El último de los testigos en declarar en el juicio será el expresidente Artur Mas. Está citado el martes por la tarde. Mas declarará con condiciones especiales, porque está acusado por el mismo caso y, de hecho, pendiente de sentencia.

Aunque el Supremo no ha dicho específicamente que Mas pueda comparecer con abogado, como sí que pasó con Homs en el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya, Artur Mas no está obligado a responder lo que no quiera. En el juicio en Barcelona, el expresidente se hizo responsable de todo.

Tres días de juicio

El juicio empieza este lunes, 27 de febrero y acabará el miércoles, 1 de marzo. Hay sesiones previstas de mañana y de tarde.

La primera sesión de la mañana está reservada exclusivamente a Francesc Homs. El acusado declarará después de las cuestiones prevías.

A las cuatro de la tarde del mismo lunes empezarán a comparecer los testigos, entre ellos, Felip Puig. Algunos de los testimons hacen doblete. Son cargos de confianza del anterior Govern, tanto de los gabinetes de Presidència como de Governació, como Jordi Escalé, responsable de la consulta del 9-N.

El martes está destinado a los testigos de la Presidència. Entre ellos, el expresidente, Artur Mas, que será el último en comparecer en el turno de la tarde. Antes, por la sala de vistas de la Sala II del Tribunal Supremo, pasarán los testigos de perfil político como Miquel Buch, presidente de la ACM; Carles Viver i Pi-Sunyer, presidente del Consell Assessor per a la Transició Nacional; Josep Martí, secretario de Comunicació del Govern de Catalunya; y Albert Lamarca, presidente de la Comissió Jurídica Assessora del Govern de la Generalitat.

El martes, también declaran, entre otros, Jordi Vilajoana, exsecretario general de la Presidència, Ignasi Genovès, director general de Difusió de la Generalitat de Catalunya; Federico Undina, director del Institut d'Estadística de Catalunya; i Carles Fabró, jefe de protocolo de la Generalitat.

El miércoles el Supremo ha reservado la última sesión a los peritos y declararán los dos guardias civiles que ya lo hicieron en Barcelona y que redactaron el informe técnico sobre los trabajos informáticos en la web Participa 2014, para tratar de demostrar que el Govern, a pesar de la prohibición del TC, siguió adelante con el 9-N.

Homs cerrará el juicio en el último turno de palabra después de que todas las partes presenten los informes finales.