El Govern de la Generalitat ultima su plan para el futuro de la circulación de los vehículos de diésel con etiqueta B en las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE). Concretamente, se prevé que el Govern limitará la circulación de los vehículos diésel con etiqueta amarilla en las ZBE cuando se activen avisos por contaminación a partir del 1 de enero de 2026. Sin embargo, prevé prohibir la circulación completamente en estas zonas el año 2028. Así lo recoge el nuevo plan de la calidad del aire horizonte 2027 que la Generalitat ha hecho público este miércoles y prevé aprobar en las próximas semanas a través de un decreto. Según el ejecutivo, el documento ha seguido todos los trámites de información y se ha trabajado con el AMB y el Arc Metropolità. Incluye 83 medidas y 391 acciones, muchas de las cuales relacionadas con el tránsito rodado, pero también con la actividad industrial y los nuevos planeamientos urbanísticos.

Hay ciertas excepciones que permitirán que los vehículos con la etiqueta B circulen por las ZBE. Es el caso de los servicios de emergencia y esenciales o las personas que tengan enfermedades, discapacidad o movilidad reducida. Además, estas restricciones tampoco afectarán a aquellas personas que tengan ingresos inferiores a ciertos umbrales que se establecieron. Así se busca que la medida no castigue a las personas más vulnerables. Además, las personas residentes, durante un plazo de un año desde la implantación de la ZBE, podrán acceder a la ZBE de su municipio hasta un máximo de 52 días al año, y las furgonetas y vehículos implicados en la distribución de mercancías sin etiqueta tienen un periodo máximo de exención de tres años.

El conseller de Acció Climàtica, Alimentació i Agenda Rural, David Mascort, ha dado a conocer el nuevo plan después de mantener una reunión con vecinos y vecinas del Eixample de Barcelona, una zona donde hay un elevado índice de contaminación fruto del tránsito rodado. Ha asegurado que se trata de una medida que va alineada con las demandas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), pero también con la nueva directiva europea aprobada y la que se está trabajando. En este sentido, ha destacado que una de las principales novedades del documento es que tiene en cuenta las partículas de diámetro inferior a 2,5 micras y el benzopireno, que antes no se contemplaban.

Más allá del tránsito rodado

Aparte de las medidas vinculadas al tránsito rodado, el plan también establece que los planeamientos urbanísticos tendrán que incorporar acciones específicas para reducir la contaminación atmosférica. En los sectores de nueva implantación con usos residenciales, sanitarios o docentes próximos a vías de circulación con velocidad permitida superior a 50 km/h, el planeamiento tiene que contemplar medidas para reducir el impacto de la contaminación acústica.

En el ámbito de la industria y la energía, el plan indica valores límite de emisiones para los compuestos orgánicos volátiles; nuevos valores para actividades que no estaban regulados hasta ahora, como los hornos crematorios de restos humanos; y de otros de más restrictivos para determinados sectores. También se revisarán las autorizaciones ambientales asociadas a grandes focos de emisiones como los fondos de cemento, las incineradoras, los hornos de fabricación de cristal, o la industria química de gran volumen, entre otros.