La nueva ley de residuos de Catalunya, en caso de ser aprobada en el parlamento, obligaría a las grandes cadenas de ropa a reservar un espacio para la venta de ropa de segunda mano. La medida afectará a cadenas como Inditex, pero también a aquellos grandes supermercados que también venden ropa. Los residuos textiles son algunos de los más difíciles de gestionar y este aspecto de la ley busca una nueva manera de hacerlo, la cual ya se ha puesto en práctica exitosamente en otros lugares de Europa.

El conseller de Acció Climàtica David Mascort, ha especificado en declaraciones en El Periódico, que la medida ha sido trabajada durante años con asociaciones y entidades implicadas y precisa que los establecimientos de más de 1.200 m 2 que vendan ropa estarán obligados a ofrecer también la venta de ropa reutilizada. Si la ley es aprobada, se espera que esta nueva exigencia lleve a Catalunya a reducir este tipo de residuos un 8% de cara al 2025 y un 15% para el 2030.

La ley catalana busca ir un paso más allá de la ley española, la cual solo incluye el sector textil y la recogida selectiva. En cambio, la posible futura ley catalana apuesta por la creación de nuevos circuitos de productos de segunda mano. "La finalidad es promover la reutilización de estos residuos como opción prioritaria en la gestión", se recoge al texto.

Otros aspectos de la ley

El texto, pendiente de aprobación del parlamento, recoge otras medidas para establecer una gestión de residuos más completa. Por ejemplo, en el texto se detalla cómo será la recogida selectiva, el sistema de devolución para los envases o quién pagará. Estos detalles ya se habían ido dando a conocer, pero El Periódico expone un nuevo aspecto de la ley: se pretende prohibir la venta de los productos menstruales y los pañales de un solo uso que contengan sustancias tóxicas. Así pues, la ley pone en el punto de mira elementos perjudiciales para la salud como el Bisfenol, un químico que es muy habitual en este tipo de productos.

La UE, en contra de los envases de un sol uso

La cruzada para la reducción de los plásticos de un solo uso y la mejor gestión del reciclaje es compartida en toda Europa. El Consejo de la Unión Europea y el Parlamento Europeo alcanzaron un acuerdo político provisional para que los envases sean más seguros y sostenibles. El acuerdo sobre el Reglamento sobre envases y residuos de envases, que antes de entrar en vigor lo tienen que adoptar formalmente las dos instituciones, considera el ciclo de vida completo del embalaje. Sin embargo, ¿cómo son estas medidas que pretenden abarcar todas las fases de la producción y el uso de los plásticos?

El pacto incluye un abanico de medidas para reducir, reutilizar y reciclar envases, aumentar la seguridad, minimizando la presencia de sustancias nocivas e impulsar la economía circular. Se pone el foco especialmente en los plásticos de un solo uso, muy comunes en el sector alimentario.