En febrero del 2018, el entonces ministro de Fomento, Íñigo de la Serna (PP), presentó un proyecto de AVE 'low cost' que demostraba que este servicio ferroviario podía ser mucho más barato -un 25%- y que permitiría recuperar del olvido la estación de AVE prácticamente abandonada del Prat del Llobregat. EVA se llamaba el proyecto, y tenía que empezar a funcionar este año 2019.

Como es obvio, aquel EVA pasó al olvido y nunca se hizo realidad, entre otras cuestiones por el triunfo de la moción de censura que desalojó a Mariano Rajoy de la Moncloa a mediados del 2018.

Pasados los meses sin embargo, la necesidad de abaratar el AVE se cada día más urgente, porque a finales del año entrante se deberá de liberalizar el sector de la Alta Velocidad, de manera que Renfe tendrá que hacer frente a la competencia de otros operadores, entre los cuales SNCF -la empresa pública de ferrocarriles franceses- y Air Nostrum.

De la EVA en el AVLO

Por todo eso, hoy el Gobierno en funciones ha presentado un nuevo proyecto de AVE barato, que ya no se llamará EVA sino AVLO -Alta Velocidad Low Cost- y que tiene, como principal efecto publicitario, un notorio color lila.

El ministro Ábalos lo ha presentado este miércoles en los talleres ferroviarios de Villaseca de la Sagra (Toledo), y parece que esta vez la iniciativa se llevará a término, porque la intención es empezar a vender billetes en enero y ofrecer el servicio por Semana Santa, que en el 2020 cae en la segunda semana de abril.

La primera línea que recorrerá este AVLO será la más rentable del AVE, Madrid-Barcelona, pero la intención es hacerlo extensivo a otros trayectos, aunque algunos de ellos son deficitarios con el servicio actual.

Renfe confía que este nuevo servicio genere un 20 por ciento de los beneficios del AVE en un horizonte de diez años, pero principalmente quiere aprovechar su posición de monopolio hasta finales de año para coger ventaja ante la entrada de nuevos competidores.