La Fiscalía Provincial de Madrid interpondrá en los próximos días un recurso de casación ante la Sala Segunda del Tribunal Supremo contra la sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid por el conocido como caso de los bebés robados, que aunque reconoce los hechos denunciados por Inés Madrigal, ha dictado la absolución del doctor Vela por prescripción.

Precisamente, según ha informado el Ministerio Público, solicitará en su recurso que se revise la figura de la prescripción tal y como se contempla en la sentencia "por constituir una infracción de ley, aspecto recogido en el artículo 849.1 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal (LeCrim)".

Inés Madrigal, la mujer que llevó a juicio el primer caso de bebés robados en España, también anunciaba ayer que recurriría la sentencia absolutoria del doctor Eduardo Vela, un fallo ante el que ha asegurado que está "contenta" pero que sin embargo le ha dejado una sensación "agridulce" al no haber condena por estar los delitos prescritos.

La Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Madrid ha absuelto al doctor Eduardo Vela de los delitos de detención ilegal, suposición del parto y falsedad documental en relación a un caso de bebés robados de 1969.

Absolución por prescripción

En una sentencia notificada ayer, los magistrados le consideran responsable de los citados delitos, pero le absuelven al entender que están prescritos. Consideran como fecha de prescripción el momento en el que la denunciante alcanzó la mayoría de edad.

Vela fue director de la clínica San Ramón, considerada el epicentro del entramado del presunto tráfico de niños. En la vista oral, el acusado negó los delitos que se le imputan y su defensa alegó prescripción, algo de lo que ya se pronunció en sentido contrario la Audiencia madrileña.

Las magistradas consideran al acusado autor de los tres delitos por los que se sentó en el banquillo tras quedar probado "de forma incontestable" en el juicio que el doctor Vela, quien en el momento de los hechos ejercía como ginecólogo en el sanatorio San Ramón, donde también asumía la función de director médico, entregó al matrimonio formado por Inés Pérez Pérez y Pablo Madrigal Revilla, a una niña que no era suya.