El tope del gas cumple seis meses en vigor con un ahorro aproximado del 15% para los consumidores de la tarifa regulada de luz. El impacto sobre el usuario ha sido claro pero insuficiente, según avisan a las asociaciones en defensa de los consumidores, que reclaman que se amplíe el bono social de luz y una exención total del IVA de la factura. En cambio, las empresas eléctricas y gasísticas piden que el mecanismo sea temporal y extraordinario y la intervención del mercado no se alargue más del necesario. El futuro de la excepción ibérica dependerá en gran manera de la evolución de los precios de la energía, que continuarán altos durante el 2023, según compañías y expertos consultados por la ACN.
El sistema que fija los precios de la electricidad en Europa funciona de tal manera que el precio de todas las tecnologías como la hidráulica o la nuclear, lo marca la más cara que se necesita para generar el mix eléctrico, que en estos momentos es el gas. Para conseguir parar las subidas de precio récord de este combustible, el Gobierno y el portugués consiguieron pactar con Bruselas un mecanismo excepcional para intervenir el mercado energético y conseguir rebajar la factura de la luz. Ahora, la Unión Europea está negociando su propio mecanismo de corrección del mercado eléctrico, con muchas dificultades para encontrar un acuerdo.
En España, el mecanismo establece un umbral máximo de precio de venta de electricidad generada con gas a 40 euros/MWh, cosa que ha evitado que el aumento disparado del gas causado por la invasión de Ucrania se extendiera al conjunto el mercado eléctrico. "El éxito del mecanismo no es cuestionable cuando se comparan los precios de la electricidad de los últimos meses del mercado ibérico con respecto a los principales mercados europeos", señala la patronal Sedigas a la ACN, que añade que la medida habría podido ser más efectiva si se hubieran contenido los precios del gas en los mercados internacionales.
Un beneficio para el consumidor"
En este sentido, profesor de Economía y Finanzas de la UPF-Barcelona School of Management, Joan Anton Ros, explica que "el consumidor ha salido ganando claramente" con la excepción ibérica. En concreto, las fuentes comunitarias consultadas calculan que se ha conseguido reducir en torno a un 15% el precio que pagan los clientes de la tarifa regulada. El precio del mercado mayorista -que no tiene en cuenta la compensación que se paga a las gasísticas- todavía ha bajado más, un 40%. El Ministerio de Transición Ecológica no ha facilitado datos de la evolución de los precios en este medio año.
"Desincentivo a las renovables"
En cambio, las empresas energéticas han reducido parte de su beneficio, sobre todo las energéticas no fósiles que se beneficiaban de los altos precios a que se pagaba la electricidad generada con gas. "Los beneficios eran espectaculares. El consumo no podía aguantar aquel estirón", reconoce Ros. En los próximos seis meses, el tope irá creciendo cada mes cinco euros hasta llegar a mayo, cuando el nuevo umbral se fijará en 70; un incremento que el profesor de la UPF-Barcelona School of Management descarta que se note mucho en los bolsillos de los consumidores. "El incremento es mínimo", afirma.
Ahora bien, el experto en finanzas considera que una extensión en el tiempo del tope podría "desincentivar" las energías renovables porque con el sistema anterior aunque no sean rentables pueden seguir haciendo inversiones. "Si las compañías no tienen un margen de beneficios estas inversiones no las hacen y esta transición no se hace", subraya.
Aumenta el consumo
Este es el principal reclamo del lobby energético que apuesta por las energías renovables. La asociación de empresas de energía eléctrica (Aelēc), que reúne a los gigantes energéticos Endesa e Iberdrola, reclama a la ACN dejar que el mercado mayorista vuelva a funcionar de forma natural y libre lo más bien mejor.
Para la entidad, la excepción ibérica ha generado una rebaja de precios menor a la esperada y ha provocado un incremento del consumo de gas "sin precedentes" en un momento qué la Unión Europea tiene objetivos ambiciosos de descarbonización y busca deshacerse de la dependencia energética de Rusia. En vez de seguir medidas "tan intervencionistas", las empresas eléctricas reclaman apostar por las energías renovables y por los contratos fijos a largo plazo. "Se tiene que fomentar el desarrollo de las renovables y que los consumidores se beneficien de la reducción de los costes de estas energías", dice Marta Castro, directora de Regulación d'Aelēc.
Malas praxis
Por otra parte, las entidades en defensa de los consumidores constatan que la rebaja registrada en el precio de la electricidad no es suficiente y reclaman ampliar el bono social de la luz, una excepción total de IVA y más esfuerzo por deshacer el cuello de botella del cambio en las tarifas reguladas, sobre todo en el caso del gas. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) también denuncia malas prácticas por parte de las eléctricas a la hora de comercializar las tarifas y poca transparencia en las facturas eléctricas. Así, en el último año, la entidad ha recibido 2.500 reclamaciones relacionadas con la electricidad y 774 con el gas en Catalunya.
¿Hasta cuándo durará el tope?
El tope continuará en vigor hasta mayo, pero el Gobierno ha planteado la posibilidad de alargarlo todo el ejercicio. Uno de los factores claves para determinar el futuro de la medida será la evolución de los precios de la energía. Empresas y expertos consultadas por la ACN coinciden en señalar que durante todo este año 2023 la energía no bajará significativamente. "Todo apunta que en el 2023 los precios de la energía no bajarán. Los países productores no tienen interés en rebajarlos, tienen unos beneficios excepcionales y vienen de la covid, cuando las energías se vendieron muy baratas," afirma el profesor Ros.
La previsión coincide con la de las empresas gasísticas que representa Sedigas, que descartan recuperar los niveles previos al estallido de la crisis energética, "ni siquiera que se produzca al menos un descenso significativo". Los mercados de futuro de gas siguen señalando precios elevados al menos durante la primera mitad con el TTF –el índice de referencia en Europa- en torno a los 150 euros el megavatio hora. La translación en el mercado eléctrico de estos precios vendrá definido principalmente por la aportación de las renovables, principalmente de la eólica.