El Gobierno español aprobó en el 2020 sólo una de cada veinte solicitudes de asilo presentadas, según apunta el Informe Anual del Comité Español de Ayuda al Refugiado (CEAR), que se ha presentado este viernes y que analiza cifras en materia de migración y asilo del año pasado, incluida la irrupción de la pandemia, el aumento de las llegadas a Canarias, los obstáculos en la acogida o los nuevos pactos mundiales y europeos.

Para los autores del documento, el Estado español ha vuelto a defraudar a las personas refugiadas" en el 2020, situándose "lejos de la tasa media de reconocimiento" de solicitudes de asilo en la UE, que es del 33%.

En más, el CEAR advierte, que, al mismo tiempo, al Ejecutivo sí que ha concedido la autorización de residencia por razones humanitarias cerca de 41.000 personas, en su práctica totalidad procedentes de Venezuela.

Según su opinión, el Estado español ha tenido un escaso reconocimiento hacia las víctimas de persecución por parte de agentes no estatales (grupos, bandas criminales), cosa que, según su opinión, es "fundamental", ya que representa una forma de persecución digna de protección.

Las consecuencias de la pandemia

Pero, además, el CEAR denuncia que, a pesar de la caída registrada en el 2020 con respecto a las llegadas a través de Ceuta y Melilla, se han producido al menos 212 devoluciones en caliente.

En este sentido, la entidad apunta que tanto el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo como el Constitucional español ya señalaron las garantías legales exigibles para realizarlas (que se atienda siempre a la situación de vulnerabilidad de la persona), unos requisitos que, según el CEAR, no se están llevando a cabo.

Por otra parte, el informe destaca que, como consecuencia de la pandemia vivida el año pasado y las restricciones de movimiento que esta supuso, "miles de personas" se quedaron "atrapadas en países no seguros". La crisis sanitaria ha sido protagonizada, también, por una crisis migratoria en las Canarias, que supuso la llegada de más de 23.000 personas en el 2020.

Por eso, apuntan, tienen que incluir "un sistema de traslados a la península ágil, transparente y sin discriminación por nacionalidad, con un reparto solidario por todo el territorio español, evitando convertir los territorios insulares y periféricos en grandes espacios de retención, así como modificar los protocolos de atención a menores".

Dentro de esta situación, la ONG celebra que, después de décadas de reivindicación, el Tribunal Supremo haya reconocido la libertad de circulación por todo el Estado español para los solicitantes de asilo que residen en Ceuta y Melilla.

Europa da la espalda a los refugiados

Finalmente, el CEAR estudia la situación de los refugiados en Europa, un informe que determina que, en el 2020, la ruta migratoria del Mediterráneo sigue siendo "la más mortal del mundo", con al menos 1.417 personas muertas intentando llegar al continente. Además, las llegadas de migrantes se redujeron a menos de 100.000 durante el año.

Con respecto a las solicitudes de asilo en el conjunto de la UE, descendieron en comparación con el año anterior y se concentraron principalmente en Alemania, Francia y España, mientras que la tasa de reconocimiento se mantuvo estable y se aprobaron por término medio una de cada tres peticiones.

 

Imagen principal: Varios migrantes en la valla de Melilla.