El concurso de acreedores que supuso la desaparición de la aerolínea catalana Spanair ha quedado sin culpables. La Audiencia provincial de Barcelona ha revocado la sentencia de septiembre del 2014 que condenaba a los directivos de la compañía aérea a sufragar 10,8 millones de euros por haber retrasado la presentación del concurso de acreedores más allá de lo que establece la ley.

El tribunal ha considerado que el concurso presentado por Spanair el año 2012 fue "fortuito", motivo por lo que se ha decidido revocar la sentencia de culpabilidad emitidas contra el consejo de administración encabezado por Ferran Soriano. La sentencia de la Audiencia de Barcelona implica que los 13 consejeros de la aerolínea no tendrán que sufragar los 10,8 millones para restituir los daños causados y también se anula la inhabilitación de dos años que había dictado el juzgado mercantil. El fallo ha considerado que la cúpula "no quedó impasible" ante la situación económica de la compañía y que buscó salidas para evitar el concurso de acreedores.

¿De qué se acusaba a la cúpula?

La compañía aérea catalana desapareció en el 2012 sin previo aviso a causa de una situación de suspensión de pagos. Las deudas de Spanair eran de 600 millones de euros en junio de 2011, por lo que la cúpula administrativa tendría que haber presentado el concurso sólo dos meses después de conocer su situación de insolvencia. Esperaron hasta finales de año para presentarlo, con una demora de cinco meses respecto de lo que apunta la legislación.

Entre los exconsejeros de Spanair se encuentran, además de Soriano, a Michael Szücs -el consejo delegado-, Miquel Martí -Moventia-, Tatxo Benet -Mediapro-, Jordi Bagó -Serhs-, Josep Mateu (RACC), dos representantes de la aerolínea SAS, Feria de Barcelona, Iticsa, Avança y Catalana d'Iniciatives.