La demanda de paternidad de María Pilar Abel Martínez para conseguir ser reconocida como hija legítima de Salvador Dalí y tener acceso, por lo tanto, a parte de su herencia, ha acabado desestimada y con un coste añadido para Pilar Abel, que tendrá que pagar todo el coste del proceso.

El juez afirma que del juicio "no se extrae ninguna prueba seria y veraz". El único hecho claro son las pruebas de ADN que se realizaron en el cuerpo de Salvador Dalí, que tuvieron que exhumar, y que el resultado claro está "después de la prueba biológica practicada en los restos mortales del pintor catalán, que permite excluir, sin ningún tipo de duda, a Salvador Dalí i Domènech como padre biológico de la demandante".

La sentencia remarca que "existiendo una prueba directa, que es la prueba biológica y en el estado de la ciencia en nuestro entorno sociocultural, se le otorga pleno valor probatorio".