Todo listo en Glasgow para la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, más conocida como COP26. Esta empezará el próximo domingo y el papa Francisco ha querido enviar un mensaje a todos los políticos que participaran de la Conferencia. En un mensaje difundido por la BBC, el pontífice ha pedido que ofrezcan "respuestas eficaces" y con urgencia a la "crisis ecológica". De esta manera, se podrá ofrecer, cree el Papa, "esperanza concreta a las generaciones futuras".

En julio se anunció la intención del papa Francisco de asistir este próximo mes de noviembre a Glasgow, pero finalmente esta opción ha quedado descartada. Sin su presencia física, el Papa ha querido garantizar que su mensaje de cara esta gran cumbre quede claro y desde hace unos meses está movilizando a jefes de Estado y otros líderes religiosos. El pasado 4 de octubre se reunió con algunos de ellos en Roma para hacer un llamamiento, junto con destacados científicos, a los participantes en la COP26. En la visita del presidente Joe Biden al Vaticano, parte de sus reuniones también se basan en la preocupación de ambos por la emergencia climática tras el negacionismo de Trump

Un "desafío"

En el mensaje difundido hoy, el pontífice ha dejado claro que la crisis del clima no puede afrontarse con "comportamientos de aislamiento, proteccionismo o explotación" sino que puede representar una "auténtica ocasión de transformación, un verdadero punto de conversión, no solo en sentido espiritual". Por eso,  ha insistido en que la crisis ecológica supone un "desafío" de la civilización "en favor del bien común" que exige además "un cambio de perspectiva, en la mente y en la mirada, que debe poner en el centro" la dignidad de todos los seres humanos de hoy y de mañana.

El Papa ha querido añadir que "la lección más importante que estas crisis nos transmiten y que es necesario que construyamos juntos, porque no hay fronteras, barreras, muros políticos, detrás de los que poder esconderse. Y lo sabemos: de una crisis no se sale solos".

Erradicar los conflictos 

En este sentido, Papa ha instado a los líderes políticos a poner en práctica "una renovada corresponsabilidad mundial" que se traduzca también en una "nueva solidaridad fundada en la justicia", basada en "el hecho de compartir un destino común y en la conciencia de la unidad de la familia humana, proyecto de Dios para el mundo".

Francisco ha señalado que la humanidad "nunca ha tenido tantos medios para alcanzar ese objetivo como los que tiene ahora". Por ello, ve "fundamental" el compromiso de cada uno hacia ese "cambio de ruta tan urgente" que requiere un compromiso que hay que "alimentar también desde la propia fe y espiritualidad". Para concluir, ha querido reclamar "la necesidad de actuar de manera responsable en favor de la cultura del cuidado de nuestra casa común y también de nosotros mismos, tratando de erradicar las semillas de los conflictos: avidez, indiferencia, ignorancia, miedo, injusticia, inseguridad y violencia". 

Sin Putin ni Jinping 

La cumbre del Clima en Glasgow se celebrará del 31 de octubre al 12 de noviembre con dos grandes ausencias, la del presidente chino, Xi Jinping y el ruso, Vladímir Putin. Si bien seguirán las reuniones por videoconferencia y estarán representados por sus respectivos ministros de Exteriores, que ni Xi Jinping ni Putin hayan viajado a Europa podría suponer un frenazo a las negociaciones sobre la reducción de las emisiones de efecto invernadero antes de 2050. 

Escenario catastrófico 

Igual que el Papa, desde la ONU también han hecho un llamamiento, desesperado, a los líderes mundiales que participarán en este foro político para revertir la emisión de gases de efecto invernadero. Los compromisos de los países son insuficientes para frenar la emisión de gases de efecto invernadero responsables del calentamiento global, que podría aumentar hasta 2,7 grados centígrados con respecto a la era preindustrial durante este siglo, por encima del objetivo de 1,5 grados.

Es un escenario catastrófico que muestra el gran incumplimiento global de los acuerdos de París, que cifraban en 1,5 grados el aumento deseado de temperatura (asumiendo que habría de forma irreversible) y en 2 grados el escenario más catastrófico. Ahora, no solo se superaría el mínimo indicado, sino que sobrepasaríamos el máximo imaginado hasta el momento.

En la imagen principal, el Papa Francisco / Efe