El susto ya ha pasado y Martina Alemany Casas vuelve a casa salva y sana. Su madre, Ester Casas, ha hablado esta mañana en El Món a RAC1 mientras estaba en la autopista pasando por Les Garrigues, ya con su hija, y ha querido mostrar su agradecimiento a la colaboración ciudadana, que ha utilizado todas las herramientas que estaban a su alcance para ayudarlos a encontrar su hija. Sobre todo, las redes sociales, que esta vez han jugado un papel muy importante en el caso.

Ahora bien, aunque el portavoz de la familia ha explicado en Catalunya Ràdio que fue la niña quien fue a la Ertzaintza, la madre ha aclarado en RAC1 que "se le acercó una chica en un centro comercial y le dijo: ¿tú eres la Martina de Barcelona?". Ella contestó que sí, pero que ya la habían encontrado.

Entonces, la menor se marchó del centro y entró en una biblioteca, donde entraron dos policías vestidos de paisano y la llevaron -después de comunicarlo a los Mossos d'Esquadra y a la familia, hacia las 19.30 horas- a los servicios sociales, a la espera de que llegaran sus padres. "No quería que la encontráramos. Dejó el móvil en casa. Está agotada", ha relatado su madre.

36 horas desaparecida

La niña de 16 años se pasó 36 horas viajando, después de que el lunes se hubiera marchado de casa a las 7 de la mañana y no hubiera vuelto a aparecer. Desde entonces, los padres, amigos de la familia y padres y personal de la escuela Ipsi de Barcelona -donde ella estudia- no pararon de buscarla en coordinación con los Mossos d'Esquadra y con las fuerzas de seguridad del Estado.

Paralelamente, compañeros de la escuela organizaron una búsqueda por su cuenta, organizados en grupos de WhatsApp, difundiendo imágenes de Martina y rastreando toda la ciudad.

A medida de que la investigación avanzaba, la situación se complicaba ya que los padres encontraron ayer tarde el móvil de la menor en su casa. Y eso hacía que fuera más difícil seguirle la pista. Ya por la mañana, los padres habían encontrado una carta de su hija en el buzón de casa, que había dejado justo antes de marcharse. "Os quiero. Estad tranquilos. Me he marchado. Estaré bien", decía la nota.

Euskadi, la única pista

El País Vasco era la única pista que tenía la policía sobre el lugar donde habría podido ir. Tal como ya adelantó El Nacional, Martina había consultado una página de Internet de Euskadi antes de marcharse ayer a las 7 de la mañana de su casa sin dejar rastro.

La familia había pasado las vacaciones de verano en Euskadi y allí conoció a algunos jóvenes. El portavoz de la familia, Jordi Fontdecava, explicaba ayer por la mañana que no se podía descartar nada y, aunque no tuviera muchos amigos allí, que se hubiera marchado al País Vasco era una posibilidad. Y así ha sido.