Durante los meses de verano es habitual no seguir de manera tan estricta la dieta o incluso reducir la actividad física. El calor, bochorno, vacaciones, cambio de hábitos no facilita que seguimos una vida ordenada con los hábitos correspondientes. Es habitual añadir más alimentos ultraprocesados, refrescos y helados. En este sentido, la directora del máster universitario de Nutrición y Salud de la UOC, Anna Bach destaca ocho claves para tener en cuenta a la hora de volver a la rutina y a una alimentación saludable.

Puntos para cuidarse comiendo

La primera cosa que menciona es la de apostar por la variedad y densidad nutricional. La pirámide de la dieta mediterránea, según constata, ayuda a saber cuáles son las proporciones adecuadas de cada cosa. Además, hay que dar un especial protagonismo a las frutas y verduras. En este sentido, también se recomienda comer cuanto menos procesados mejor. Así, también es primordial consumir con moderación y frugalidad, es decir, controlar el tamaño de las raciones. Precisamente, Bach constata que no es aconsejable comida hasta hartarse, y que si se come fuera de casa, hay que intentar mantener las proporciones.

La profesora de la UOC, a través de un comunicado, también destaca que hay que mirar las etiquetas de los alimentos para salir de dudas en caso de que haya dos alimentos parecidos con la intención de optar por el más sano posible.

Si durante el verano se han hecho excesos con cervezas o cócteles, el retorno a la realidad pasa también por evitar el consumo de alcohol. Al volver a la rutina, si se quiere reducir el peso, esta recomendación todavía tiene más importancia.

Para romper con la monotonía o las 'pocas' ganas de volver a la rutina, Bach constata que es recomendable dar prioridad a las actividades culinarias. Es decir, utilizar técnicas culinarias variadas y limitando las frituras. También menciona que hay que utilizar la sal con moderación y propone sustituirla por hierbas y especias.

Comer cosas saludables es igual de importante que compartir las comidas, como mínimo, una vez al día. Compartir una comida, conversación y dejar de lado aparatos digitales son aspectos beneficiosos para la salud.

Además, otro aspecto clave a tener en cuenta es el hecho de masticar poco a poco y centrarse en el plato que se tiene delante.

Volver a hacer ejercicio

Por otra parte, la directora del máster universitario de Administración en la Actividad Física y el Deporte de la UOC, Laura Esquius, destaca que durante las vacaciones se reduce la actividad física. Así, recomienda ejercicios para las personas de perfil sedentario o poco habituadas a la práctica fisicodeportiva. De esta manera, recomienda tres modalidades de ejercicios con el fin de empezar a recuperar la forma: ejercicio aeróbico para mejorar la salud cardiorrespiratoria, ejercicios de fuerza para mejorar el fitness muscular y ejercicios de flexibilidad o yoga para relajar y mejorar la movilidad articular.

 

 

Imagen principal: una ensalada llena de colores / Unsplash