La muerte de un individuo nos puede impactar emocionalmente hablando. Pero, durante la crisis del coronavirus, los datos de muertos han podido superar nuestras emociones provocándonos cierta indiferencia. De esta manera, al ver diariamente cómo se han enfilado las cifras de muertos en Catalunya, España y en toda Europa puede haber provocado que se hayan percibido sólo como una estadística. Así lo expone un artículo en el portal Future de la cadena británica BBC.

Los EE.UU. registraron cerca de 100.000 muertos el mes de mayo. ¿Pero qué son 100.000 muertos? La mayoría de periodistas intentaron desmenuzar los datos y hacerlas realistas: "es el doble del número de norteamericanos que perdieron la vida durante la Guerra del Vietnam o supera la cifra de muertos de combate militar de los EE.UU. en todos los conflictos desde la Guerra de Corea". Hecho que, seguramente, ayudó a comprender cuántas personas habían perdido la vida.

La incapacidad para entender el sufrimiento que comportan estos números puede ser perjudicial por como respondemos a la devastación, según recoge el artículo. "La intuición rápida es milagrosa en muchos sentidos, pero tiene defectos", explica el psicólogo de la Universidad de Oregón Paul Slovic, que ha estudiado el entumecimiento psíquico durante décadas, en conversación con la cadena británica. "Uno es que no trata muy bien los números de la magnitud. Si hablamos de vidas, una vida es tremendamente importante y valiosa y haremos cualquier cosa con el fin de proteger aquella vida. Pero a medida que aumenta el número, nuestros sentidos no aumentan proporcionalmente".

Eso implica que, mientras que podemos ver una sola muerte como una tragedia, nos resulta imposible demostrar la misma respuesta a gran escala. Un ejemplo de este hecho son las miles de vidas perdidas en desastres naturales, guerras o por el hambre. El coronavirus ya ha dejado a más de más de 511 mil muertos en todo el mundo y ha habido más de 10,5 millones de casos positivos confirmados. "Las muertes son tragedias que se desarrollan a nivel individual, con una familia que queda conmocionada y desconsolada", recoge el artículo.

Precisamente, la investigación de Slovic pone de manifiesto que cuando se asocia estadísticas con una tragedia cada vez mayor, nos volvemos insensibles y tenemos menos respuesta emocional. Tal como expone, en este contexto de pandemia, podría estar generando una apatía.

¿Qué es el entumecimiento psíquico?

El entumecimiento psíquico puede ser una respuesta a amenazas tan diversas como un colapso económico, riesgo de detonaciones de armas nucleares, pandemias como la del coronavirus o guerras.

La gestión del duelo

Durante la pandemia, la gestión de la pérdida de familiares o amigos no ha sido una cosa fácil. "La pérdida, la recta final, no estar allí, no poder acompañar a la persona... son características relevantes de la situación que vivimos actualmente", explicaba la psicóloga y psicoterapeuta especializada en tratamiento de trauma psicológico del Centro de Psicología Dendros Mariona Xaubet, en conversación con ElNacional.cat durante el confinamiento. "El hecho de no haber podido despedirnos de la persona puede llegar a complicar el proceso de duelo".

"Así, puede generar una serie de experiencias internas dolorosas. Si sufrió, si no. Generarnos un sentimiento de culpa", detallaba Xaubet. El duelo puede provocar un estado de choque, de desconexión, de desrealización, nerviosismo, angustia... una serie de emociones que la actual situación de confinamiento pueden acentuar".