El caso Rubiales llega a las calles con las primeras manifestaciones. Centenares de personas han hecho resonar el lema "no es un pico, es una agresión" en la plaza Callao de Madrid este lunes por la noche, donde se han concentrado para mostrar su apoyo a la futbolista Jennifer Hermoso y a todas las jugadoras de la selección femenina y, a la vez, exigir la dimisión del que hasta el sábado era presidente de la RFEF, Luis Rubiales. Mientras tanto, en la localidad granadina de Motril, lugar donde la madre de Rubiales ha iniciado una huelga de hambre, un centenar de personas ha pedido que se detenga la "cacería" contra él, suspendido de su cargo por la FIFA.

Tras la sucesión de comunicados a finales de la semana pasada —primero de las jugadoras de la selección, después de Hermoso en solitario, y al día siguiente de la RFEF acusando a la jugadora de mentir—, la comisión del 8M del movimiento feminista de Madrid convocó una manifestación para reivindicar "un deporte libre de violencias machistas" y apoyar a la selección femenina.

La convocatoria ha sido un éxito, y bajo cánticos como "Jenni, hermana, aquí está tu mandada" o "Rubiales y palmeros, al basurero" los manifestantes han dejado claro que creen a la futbolista madrileña y rechazan el comportamiento de la cúpula de la Federación Española de Fútbol. Al mismo tiempo, la concentración se ha convertido en un espacio de celebración del título de Campeonas del Mundo conseguido en el Mundial de Australia, un hito que ha quedado empañado por la polémica del beso no consentido.

Las convocantes han afirmado que las jugadoras "llevan años reivindicando cambios estructurales dentro de la federación", y señalando unos abusos que hoy "se han hecho evidentes". "¿Si delante de millones de personas Rubiales ha tenido la legitimidad para plantarle un pico a una futbolista, qué no ocurre en la intimidad"?, se han preguntado las portavoces de la Comisión del 8M.

Yolanda Díaz: "Nunca más permitiremos lo que hemos visto estos días"

Miembros destacados del Gobierno en funciones, como la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, la ministra de Igualdad, Irene Montero, o la ministra de Educación, Pilar Alegría, han asistido a la manifestación. Díaz ha cargado contra Rubiales, afirmando que su actitud es "de un machismo recalcitrante e impropio de una sociedad democrática" y ha pedido "renovar los órganos que representan el fútbol". "Nunca más permitiremos lo que hemos visto estos días", ha remachado. Alegría, por su parte, ha señalado que "el país ha podido ver en estas grandes mujeres no solo un triunfo como campeonas del mundo, sino también un ejemplo de dignidad, igualdad y sororidad".

Por otra parte, en Motril, un centenar de manifestantes se han concentrado ante la parroquia de la Divina Pastora de Motril, donde la madre de Rubiales, Ángeles Béjar, hace la huelga de hambre, para trasladar su apoyo a la familia. Los manifestantes han llevado carteles con frases como "Todos somos Rubiales, "Jenni, por qué no dices la verdad", "Stop cacería" o "Ya basta", entre otros.