Lyon, la joya escondida del sureste francés, es una ciudad que seduce a primera vista y que se deja descubrir fácilmente desde Barcelona en un viaje cómodo y rápido en tren de alta velocidad. En poco más de cinco horas, el TGV te transporta desde la estación de Barcelona Sants hasta la moderna y elegante estación de Lyon Part-Dieu, abriendo la puerta a una escapada perfecta para cualquier época del año, especialmente en verano. En La Gandula d'ElNacional.cat te explicamos todo lo que tienes que saber de esta ciudad francesa, ¡a la que puedes llegar en tren!
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Durante los meses de vacaciones es cuando la ciudad se viste de fiesta y colores. Con temperaturas lo bastante suaves y agradables, es el momento ideal para disfrutar de actividades al aire libre como un paseo en las bicicletas Solex por las calles antiguas, una sesión de cine al aire libre en el Instituto Lumière o una escapada a la playa privada del lago Miribel, donde puedes bañarte y relajarte bajo el sol.
El parque de la Tête d'Or, uno de los más grandes y más bellos de Francia, se convierte en un pulmón verde donde pasear, hacer pícnics o visitar el jardín botánico y el zoo, todo ello en un entorno ideal para familias. En verano, este parque acoge también conciertos y actividades culturales que animan las noches de Lyon. Durante los meses de junio y julio, la ciudad se transforma con festivales como Les Nuits de Fourvière, que ofrece conciertos de música clásica, rock, ópera y teatro en un escenario incomparable, o la Fête de la Musique, un gran acontecimiento gratuito que llena calles y plazas. Cuando el hambre aparece, la ciudad no se queda atrás: los clásicos restaurantes bouchons lyonnais abren las puertas para ofrecer platos tradicionales que son un verdadero homenaje a los sentidos.

Una nueva ciudad, a golpe de tren
Con varios trenes diarios y billetes que se pueden encontrar desde 40 euros si se compran con antelación, viajar a Lyon desde Barcelona es una invitación a escapar de los tópicos y perderse en una ciudad que combina historia, cultura y gastronomía con la comodidad de un trayecto directo y confortable. Una escapada ideal para quien busca descubrir Francia más allá de los tópicos y dejarse cautivar por una ciudad que sabe enamorar. Pasear por las calles de Lyon es sumergirse en un mosaico de culturas e historias. Su centro histórico, declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO, es un laberinto de callejones empedrados, traboules escondidos y plazas llenas de vida donde el pasado renace entre casas renacentistas e iglesias románicas. La ciudad, conocida como la capital gastronómica de Francia, ofrece una experiencia culinaria inolvidable: aparte de los famosos bouchons lyonnais, Lyon te invita a descubrir mercados llenos de aromas y colores como el de la Croix-Rousse o Les Halles de Lyon Paul Bocuse, auténticos paraísos para los amantes de la buena comida. Aquí puedes probar quesos artesanos, embutidos locales, chocolates exquisitos y vinos de la región del Ródano, todo mientras te mezclas con el ambiente animado de los habitantes de la ciudad.
Lyon también es una ciudad vibrante y cultural, con museos de primer nivel como el Museo de Bellas Artes, que acoge obras maestras desde la antigüedad hasta el modernismo, y el Museo de Confluencias, un espacio fascinante donde la ciencia, la historia y la sociedad se dan la mano en una arquitectura futurista que contrasta con la ciudad antigua. Además, la ciudad dispone de otros espacios culturales destacados, como el Museo de Arte Contemporáneo y el Centro de Historia de la Resistencia y la Deportación.