Los efectos de la sequía que hace meses que sufre el país son diversos y cada vez más. El último a sumarse a esta lista es el precio del agua, como mínimo para aquellos ciudadanos que viven en el área metropolitana de Barcelona. El Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB) está preparando una actualización de las tarifas de suministro de agua a los municipios. Varios motivos han llevado el AMB a actualizar las tarifas, siendo uno de ellos el hecho que la empresa pública que provee de agua al Àrea Metropolitana, Aigües Ter-Llobregat (ATL), aprueba este martes una subida de sus tarifas, en este caso de un 30%.

ATL es propietaria de las desalinizadoras del Prat y Blanes y las potabilizadoras de Abrera y Cardedeu, todas estas funcionan a pleno rendimiento por culpa de la sequía. Eso y el aumento del IPC disparan los gastos de ATL y, como un efecto dominó, acaba afectado en el AMB. Sin embargo, este aumento el 30% de ATL no se trasladará en los bolsillos de los ciudadanos, pero tampoco se sabe todavía cómo será la modificación de las tarifas en el AMB.

Los embalses, bajo mínimos

Los embalses de las cuencas internas de Catalunya han caído por debajo del mínimo histórico de la sequía de hace 15 años. Según datos de este lunes al mediodía de la Agencia Catalana del Agua (ACA), el nivel al conjunto de pantanos es ahora del 21,03%, un dato inferior al 31 de marzo del 2008 (21,05%), el momento más crítico del episodio. De hecho, el volumen de agua actual no se había visto desde principios de siglo. Con todo, el ACA apunta que las desalinizadoras han retrasado "unos seis meses" los efectos de la sequía.

La situación también es excepcional en los embalses de las cuencas del Ebro, gestionados por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), que se sitúan en torno al 31%, cerca del mínimo histórico, también del 2008: 30,45%. El nivel de reservas de los pantanos gestionados por el ACA está por debajo del umbral de excepcionalidad (25%) por segunda vez a la historia, después de la sequía del 2008, y se acerca a una situación de emergencia (16% de reservas) a que no se ha llegado nunca hasta ahora. Los niveles no han parado de bajar desde mayo del 2021, excepto dos repuntes que coincidieron con episodios de lluvia, la primavera del 2022 y en junio de este año.