La costa catalana se encuentra en una situación preocupante. El Consell Assessor per al Desenvolupament Sostenible a Catalunya (Cads) ha alertado de la "situación límite" del litoral catalán. Concretamente, la intensa urbanización y utilización del litoral, así como el cambio climático, ponen en peligro la sostenibilidad de la zona, según recoge el informe presentado esta semana en la conselleria de Acció Climàtica.

Desde el año 2017 se ha observado una regresión significativa de las playas en zonas del litoral de Barcelona, con tasas de retroceso medio de hasta 9,8 m/año en Badalona. Además, solo un 20% de la costa dispone de bastante espacio de acomodación para seguir retirándose ante la subida del nivel del mar.

120.000 viviendas planificadas

El informe también señala que la reducción del caudal de los ríos y su aportación en sedimentos provoca que el delta del Ebro retroceda más de diez metros cada año, mientras que la desembocadura del Llobregat ha retrocedido un kilómetro durante el último siglo. Al mismo tiempo, recuerda que entre los años 2002 y 2010 se aportaron aproximadamente 775.000 metros cúbicos anuales de arena en el litoral, una práctica insostenible a largo plazo y con costes ambientales elevados.

La gravedad de la situación de la costa también radica en la urbanización del litoral. El documento apunta que el 59% del litoral está urbanizado en sus primeros cien metros, mientras que está planificada la construcción de otras 120.000 viviendas. Una situación que ya está siendo revisada por medio de los Planes Directores Urbanísticos de Revisión de Suelos No sostenibles.

Repensar la costa

Además, el informe subraya que los impactos del cambio climático sobre la costa afectarán a las infraestructuras ubicadas en el litoral, ya sean de transporte, de energía, de saneamiento o de comunicaciones, además de puertos y las obras de protección, muchas de las cuales se encuentran en zonas vulnerables al cambio climático. Hay que recordar que en enero de 2020 el temporal Gloria causó daños con un coste estimado de más de 75 millones de euros solo en reparaciones de puertos, playas y paseos marítimos.

Es por todo eso que el Cads hace un llamamiento a "repensar la costa para hacerla más resistente" a los impactos del cambio climático mediante la ampliación de la escala territorial de las actuaciones de gestión litoral. En este sentido, señala que iniciativas como los mencionados Planes Directores Urbanísticos de Revisión de Suelos No Sostenibles constituyen pasos importantes para la ordenación y gestión del litoral.

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Playa del delta del Ebre después del Gloria / ACN

Como herramienta para hacer posible esta adaptación, el informe recomienda la creación del Conservatorio del Litoral, con funciones de planificación y gestión del litoral, así como con las competencias y recursos para adquirir suelo y llevar a cabo actuaciones de restauración y conservación de ecosistemas. Hay que recordar que este instrumento tenía que crearse en el plazo máximo de un año a partir de la aprobación de la Ley 8/2020, de protección y ordenación del litoral.

También reclama que se establezca la aportación de sedimentos de ríos y el funcionamiento de los ecosistemas fluviales. Finalmente, aconseja desarrollar los instrumentos legislativos necesarios para implantar un modelo de economía más circular y de gestión de residuos que reduzca la carga de plásticos y otros residuos contaminantes que llegan al mar, entre otras actuaciones.

 

Imagen principal: Desperfectos en la playa de la Mar Bella de Barcelona después del temporal Gloria / ACN