Hay personas que todo el mundo recuerda, que han marcado la historia de la humanidad. Hombres y mujeres que en sus respectivos trabajos o responsabilidades han destacado por encima de todos los demás. Personas que, en el momento de su adiós, por la trascendencia de su marcha, por el momento en que sucedió, por el vacío que dejaron o por todo aquello que aportaron en vida, han protagonizado funerales históricos que forman parte del imaginario colectivo.
A continuación, pues, repasamos 5 funerales históricos.
1. Diego Armando Maradona
Una personalidad tan desatada, un talento tan descomunal y una vida tanto al límite, no podía comportar un adiós ni demasiado discreto, ni demasiado íntimo. Diego Armando Maradona, para muchos el mejor futbolista de la historia y, sin ningún tipo de duda, un icono de Argentina y, porque no decirlo, también de Nápoles (Italia) y de muchos otros lugares del mundo, tuvo una vida extrema en todos los aspectos y también lo fue su despido.
El mítico 10 de la selección de Argentina murió el 25 de noviembre del 2020 a 60 años y más de un millón de personas, una al lado de la otra y contenidas en una valla de cinco metros, formaron una fila de 50 kilómetros que estuvo marcada por las lágrimas, los gritos de elogio, la adoración hacia Maradona y también de algunas cargas de la policía que tuvo muchos problemas para controlar una población desatada. Una vida única como la de Maradona seguramente no podía tener un despido que no estuviera a la altura de su forma de vivir la vida.
2. Juan Pablo II
Juan Pablo II es uno de los Papas más recordados de la historia moderna. Su vida estuvo marcada por una expansión global de la religión católica y en su pontificado hizo un total de 104 viajes apostólicos fuera de Italia, hecho que lo convirtió en todo un icono mundial.
El papa Juan Pablo II murió a 84 años y la Iglesia católica estableció nueve días de duelo. El día de su funeral, el 8 de abril del 2005, en la Plaza de San Pedro del Vaticano y sus calles adyacentes se reunieron más de 300.000 personas. Fue, además, la más grande de jefes de Estado fuera de las Naciones Unidas. Concretamente, asistieron nueve monarcas, más de setenta jefes de gobierno y líderes de otras religiones y culturas.
Juan Pablo II convirtió la figura del Papa, por primera vez, en un símbolo mediático de primer orden.
3. Teresa de Calcuta
La madre Teresa de Calcuta, admirada y apreciada por todo el mundo por su trabajo en favor de los más necesitados, fue beatificada, precisamente, por Juan Pablo II, con quien siempre mantuvo una gran complicidad y simpatía pública.
La Madre Teresa de Calcuta murió ya mayor, un 5 de septiembre de 1997 y con 87 años. El gobierno de la India organizó un funeral de Estado. Su féretro fue paseado por las calles de Calcuta, y lo hizo con el mismo carruaje qué, casi 50 años antes, transportó a Mahatma Gandhi.
Al funeral se acercaron hasta un millón de personas, mientras que muchos otros millones a más personas la siguieron en directo por televisión en todo el mundo.
4. Lady Diana de Gales
Este 31 de agosto, se cumplen 27 años de la muerte de la princesa Diana de Gales, quien fue todo un icono de la modernidad. Murió en un trágico accidente de coche por las calles de París, y su funeral fue uno de los grandes de la historia.
Su funeral fue televisado en todo el mundo y solo en el Reino Unido, la audiencia máxima superó a los 32 millones de espectadores. Después de negarle en un primer momento el funeral de Estado, el gobierno británico tuvo que ceder a la presión pública y dar un trato especial al funeral. Se decretó luto nacional y, entre los diferentes actos organizados, se recuerda especialmente la adaptación que su amigo, el músico Elton John, hizo de la canción Candle in the Wind.
5. Lola Flores
Lola Flores fue una de las personalidades más potentes del arte musical e interpretativo de la España del siglo XX. Murió el 16 de mayo de 1995, con 72 años y a consecuencia de un cáncer de mama contra el cual luchó durante más de 25 años.
Por su capilla ardiente, ubicada en el Centro Cultural de Madrid, pasaron más de 150.000 personas. El féretro permaneció abierto en todo momento y su entierro fue todo un acontecimiento público que se retransmitió por televisión. En su traslado al cementerio, decenas de miles de admiradores lloraron y aclamaron a una artista única e inigualable. El cortejo fúnebre constó de doce furgonetas cargadas de ramos y coronas de flores. Se dice que los millones de fans dejaron Madrid sin existencias de claveles rojos, la flor que siempre recibía cuando acababa sus actuaciones.
Otros funerales históricos
La historia ha dejado en la memoria colectiva de otros funerales que han sido, por su repercusión y por la dimensión de las personas homenajeadas, grandísimas muestras de afecto, admiración y reconocimiento. Son buenos ejemplos de ello los entierros de Grace Kelly, princesa de Mónaco, el del rey del rock, Elvis Presley o el del rey del pop, Michael Jackson.
Han sido despedidas que avalan una de las citas que mejor definen que la muerte es parte indisociable de la vida: "La muerte es el comienzo de la inmortalidad". El escritor, orador y político francés Maximilien Robespierre es su autor.
Imagen principal: Un aficionado del equipo de fútbol argentino River Plate y otro del Boca Juniors, su máximo rival, se abrazan con motivo de la muerte de Diego Armando Maradona.