El pasado mes de enero, desde el Ministerio de Sanidad se informó de que se planeaba reanudar la regulación del cannabis medicinal aquel mismo mes. Poco más de cuatro semanas después, Sanidad ha empezado los trámites por desarrollar el Real decreto con que prevé aprobar la regulación del cannabis para su uso medicinal en España, una vez iniciadas las conversaciones con los colectivos implicados y después de obtener valoraciones previas en el borrador presentado por la Agencia Estatal de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS). Esta regulación todavía se encuentra en estado embrionario. El texto se encuentra en fase de diálogo y discusión con la sociedad civil para recibir sus aportaciones. A pesar de todo, según informa elDiario.es, actualmente el texto deja fuera de los cogollos de marihuana.

La regulación del uso medicinal del cannabis que plantea el Ministerio es una medida "rigurosa y basada en la mejor evidencia científica disponible", afirman. Sin embargo, deja fuera de la regulación de los cogollos de marihuana y el autocultivo de la planta, días de las grandes reivindicaciones de los pacientes. Además, las dos medidas están contempladas en las legislaciones de otros países.

En otros varias ocasiones, la ministra de Sanidad, Mónica García, ha destacado que España es de los pocos países europeos que no tiene un programa medicinal regulado, todo y que, tiene un gran apoyo social. Con respecto al apoyo social, la ministra hacía referencia a uno de los últimos CIS donde se muestra que el 84% de los encuestados estaban a favor de su uso medicinal.

Una legislación garantista

Desde Sanidad se sostiene que se plantea hacer una regulación garantista "con respecto a la calidad de los productos y la seguridad de los pacientes", habilitando las vías legales disponibles para poder disponer de compuestos terapéuticos a base de preparados estandarizados de cannabis que hayan mostrado evidencia a la hora de aliviar el dolor y el sufrimiento de los pacientes, contemplando la administración por vía oral de estos compuestos porque es la más adecuada en términos de efectividad terapéutica y de seguridad para los pacientes.

El plan del Ministerio es establecer una legislación dinámica, es decir, que pueda ir incorporando nuevos elementos a medida que se disponga de más información y de la misma experiencia del programa de cannabis terapéutico. Con la futura legislación, se pretende que el Estado español se parezca a los países del entorno que ya regulan este tipo de consumo como Portugal, Reino Unido o Noruega.