La viabilidad de las residencias peligra. La Asociación Catalana de Recursos Asistenciales (Acra) ha alertado del importante incremento de la desocupación en los centros, que antes de la pandemia era del 3% y ahora se mueve entre el 15 y el 20%. "Son cifras que ponen en peligro la viabilidad de las residencias", ha advertido a la presidenta de la entidad, Cinta Pascual, en un comunicado difundido este martes.

Que los centros se vacíen se puede explicar "por los efectos de la pandemia, el miedo que ha generado entre buena parte de la población". Delante de eso, Pascual ha pedido recuperar "la normalidad, la interacción con el entorno comunitario y que las visitas y las salidas se produzcan con la frecuencia que habían tenido antes de la covid-19".

Incorporar a mil enfermeras

La desocupación de las residencias marcará la evolución del sector en los próximos meses, junto con el otro gran reto que destaca a la presidenta de Acra: la falta de personal, absolutamente atado con la anterior cuestión. Entonces, en esta línea, la patronal mayoritaria del sector en Catalunya ha pedido incorporar a un total de mil enfermeras que pueda desarrollar sus funciones, "lo antes posible".

La petición ya está hecha formalmente al Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, pero Pascual es consciente de que "un contingente extracomunitario no llegará de forma inmediata". Entonces, ha destacado la necesidad de que el Govern busque alternativas que permitan en el sector avanzar en la atención, "como la reestructuración de una cartera de servicios sociales que fecha del 2010-2011 (más flexibilización e introducción de nuevos perfiles profesionales) y trabajar por ratios globales".

La necesidad de una tercera dosis

En este sentido, la presidenta de la entidad ha hablado de la importancia de seguir trabajando a situar la ayuda a domicilio y la teleasistencia como protagonistas de la atención". "La contabilización de estos servicios con otros recursos asistenciales tiene que guiar nuestra actuación"; ha añadido. Por eso, Pascual ha calificado de "básica" la revisión del modelo del sector, que tiene que permitir actualizar la cartera de servicios y fijar como queremos que sea la atención a las personas mayores en los próximos años".

Con respecto a la recuperación de la normalidad, "tomando las pertinentes medidas de seguridad y de salud", la patronal de las residencias ha insistido en "la necesidad de una tercera dosis para las personas en situación de dependencia, las más vulnerables, y de forma especial en las que viven en centros residenciales". Todo por el miedo sobre si "la respuesta inmunitaria (de las vacunas) es la misma que antes". Algo que también preocupa al Ministerio de Sanidad, que quiere estudiar la duración de las inyecciones delante del repunte de muertes en las residencias.

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Usuarias de la residencia del hospital de Camprodon (Ripollès) / ACN

"Para incrementar la protección hace falta también que la cobertura vacunal entre el personal trabajador sea del 100%", añade Pascual. Un 90% de los trabajadores y trabajadoras de los centros están inmunizados, "pero todavía falta convencer al 10% restante". "Se nos ha preguntado mucho sobre la obligatoriedad de la vacuna entre el personal trabajador y nuestra respuesta siempre ha sido la misma, que en el ámbito de la sanidad y del cuidado de personas dependientes hace falta que se determine la obligatoriedad", ha concluido.

Si bien la viabilidad de las residencias peligra por culpa de la alta tasa de desocupación, es verdad que se están haciendo pasas para recuperar la normalidad en los centros. Los departamentos de Derechos Sociales y Salud flexibilizaron la semana pasada algunas de las medidas que se aplican a las residencias en pandemia, como la eliminación de los tests de antígenos obligatorios a familiares para hacer visitas a los centros de abuelos.

 

Imagen principal: Camas vacías de la Residencia Barcelona de Sant Adrià del Besós / ACN