Quien más quien menos, se ha quemado alguna vez, y no sólo después de una exposición solar sino, con la plancha, al sacar la fuente del horno, con la cera de depilar o con algún producto químico. La doctora Mireia Ruiz es cirujana plástica, estética y reparadora del Hospital Quirónsalud de Barcelona y con ella vamos a despejar dudas y a desmontar mitos sobre qué hacer y qué no hacer ante una quemadura. De entrada, nada de pasta de dientes para atajar el dolor.

¿Qué hacer ante una quemadura?

Es frecuente encontrar pacientes que acuden con una gran variedad de “curas domésticas” con patatas crudas, pasta de dientes y otros tipos que, además de no haber demostrado efectividad, pueden dificultar la primera valoración y tratamiento inicial de la quemadura. 

Tras sufrir una quemadura, lo más importante y primero a realizar es irrigar la zona quemada con abundante agua corriente y fría durante 20 minutos. Esta es la única medida que realmente ha demostrado mediante estudios científicos que disminuye profundidad de las quemaduras y mejora el pronóstico los pacientes. Siendo la medida inicial que ha demostrado más efectividad, además también se ha demostrado científicamente que a más pronto se realice esta medida más disminuirá la profundidad y mejorará el pronóstico. Así, si sufrimos una quemadura en casa, lo primero que deberemos hacer es algo tan sencillo como poner la zona quemada debajo del agua corriente lo más pronto posible y durante al menos 20 minutos.

Si sufrimos una quemadura en casa, lo primero que deberemos hacer es algo tan sencillo como poner la zona quemada debajo del agua corriente lo más pronto posible y durante al menos 20 minutos

¿Qué tipo de quemaduras existen? Hay algunas que son superficiales y otras que son profundas. ¿Cómo las distinguimos?

Depende del grado de profundidad y se pueden distinguir dos grandes grupos: quemaduras superficiales y quemaduras profundas.

En la quemadura superficial se quema, como su nombre indica, la parte más superficial de la piel, manteniéndose intacta la capa regeneradora de la piel por lo que podrá curar por si sola. Este tipo de quemaduras son característicamente muy dolorosas al también estar intactos receptores sensitivos cutáneos. Además, la piel puede estar intacta con rojez superficial (típica quemadura por sol) o con ampollas superficiales.

Las quemaduras profundas tienen afectada la capa de la piel con capacidad regeneradora, por lo que se requerirán tratamientos quirúrgicos y valoración especializada para su tratamiento. Son mucho menos dolorosas que las superficiales al estar quemados los terminales sensitivos cutáneos y se presentan como ampollas o como placas secas blanquecinas o color marfil.

cremada solar / pixabay

Las quemaduras solares son peligrosas pero también lo son las que se producen en el entorno doméstico / Foto: Pixabay

¿Y ante cuál de ellas tengo que ir al médico?

Para que no entendamos, dividiré las quemaduras en aquellas que no afectan a la integridad de la piel, también llamadas eritema, quemaduras con ampollas o quemaduras en forma placas de color blanco o marfil mate.

¿Qué es un eritema?

Son las quemaduras superficiales en forma de eritema o rojez, pero con piel intacta. Son quemaduras que típicamente duelen mucho pero que al no afectar a la integridad de la piel sólo requerirán un tratamiento sintomático. En estas quemaduras, se recomienda hidratación abundante y frecuente con una crema calmante tópica, desde una hidratante normal a una crema de corticoides tópicos como Betametasona 1mg/g. También se debe beber agua abundante y protegerse de cualquier fuente de calor para evitar que empeoren los síntomas. En general, este tipo de quemaduras dejará de molestar en 3-5 días y resuelven sin cicatrices. No quieren tratamiento médico ni valoración médica urgente salvo casos extremos con quemadura en casi la totalidad del cuerpo. De forma diferida, puede requerir tratamientos específicos y especializados despigmentantes por una hiperpigmentación posterior debida al manchado de la nueva piel con la exposición al sol sin protección solar, al ser una piel más sensible al sol.

¿Y las quemaduras con ampollas? 

Las quemaduras con ampollas pueden deberse a quemaduras superficiales y profundas. La profundidad de la quemadura se podrá valorar una vez se retire la ampolla. De forma general, deberíamos retirar la piel de la ampolla para valorar la quemadura, disminuir el tiempo de curación, disminuir el riesgo de infección y aumentar la efectividad de las curas que se realicen. Si las ampollas están intactas, la retirada de la ampolla se debe realizar en el centro médico, donde se realizará una primera valoración y cura tópica estéril con crema de sulfadiacina argéntica o nitrofurazona y tul graso o con algún apósito oclusivo tipo Varihesive. De este modo, las ampollas que resultan ser quemaduras superficiales realizarán un tratamiento ambulatorio o doméstico durante 14-21 días, que es el tiempo medio de curación de una quemadura superficial con ruptura de la integridad cutánea. Las quemaduras profundas, serán remitidas a controles con el cirujano plástico para que indique pauta de curas y realice una valoración de la indicación quirúrgica.

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Las quemaduras con ampollas pueden ser superficiales o profundas. Para saberlo es necesario quitar la ampolla / Foto: Pixabay

¿Y de qué hablamos cuando hablamos de quemadura con herida?

Cuando hemos sufrido una quemadura y ya hemos perdido la piel que cubre la zona, nos podemos encontrar dos tipos de heridas: heridas rojas o sonrosadas brillantes y dolorosas que serán típicamente quemaduras superficiales o heridas en placas blanquecinas o color marfil mates menos dolorosas que serán típicamente quemaduras profundas.

Si ya hemos perdido la piel de la ampolla desde el momento del accidente, después de la irrigación abundante se puede aplicar directamente una cura tópica doméstica como gasas húmedas hasta realizar una cura definitiva con sulfadiacina argéntica diaria y acudir de forma diferida al médico de cabecera si vemos las características propias de una quemadura profunda.

Es frecuente encontrar pacientes en urgencias que consultan por quemaduras con heridas de aspecto superficial porque lo que más les molesta a los pacientes por el dolor asociado, sin embargo, este tipo de quemaduras no necesitan una actuación especial si no son grandes superficies quemadas ya que será el propio cuerpo del paciente el que cure la herida.

Es frecuente encontrar pacientes en urgencias por quemaduras superficiales porque duelen. En cambio, los pacientes con quemaduras profundas no acuden a urgencias porque duelen menos y por lo tanto, alarman menos

Sin embargo, es frecuente encontrar pacientes en consulta con quemaduras profundas de tiempo de evolución ya que al ser las que menos duelen, alarman menos al paciente. Este tipo de quemaduras en pequeños tamaños suelen ser motivo de consulta diferida y los pacientes consultan por una herida que no acaba de curar y que molesta, pero sin embargo son potencialmente quirúrgicas. Si bien las quemaduras profundas no tienen capacidad de regenerar y tienen indicación quirúrgica, las quemaduras profundas de pequeño tamaño y localizadas en regiones corporales favorables pueden no requerir cirugía, en cuyo caso evolucionarán hasta curación en más de 6-8 semanas dejando cicatriz cutánea en su lugar. Es por eso, que deben ser valoradas y tratadas por un especialista en cirugía plástica.

Si bien el tratamiento inicial, la valoración y las curas van a ser importantes, no se debe olvidar que en l en tratamiento de quemaduras será importantísimo tener en cuenta que además las curas y los analgésicos orales, se debe realizar elevación y reposo de la zona quemada, para disminuir el dolor y el riesgo de que la quemadura profundice y se vuelva quirúrgica, sobre todo cuando la causa de la quemadura haya sido un líquido caliente porque hay más riesgo de que aumente la profundidad de la quemadura con los días.  También será importante realizar una dieta relativamente hipercalórica, hiperprotéica y rica en vitaminas porque la piel necesita suficientes nutrientes para poder regenerar y defenderse de las infecciones de forma correcta.

¿En qué caso debemos consultar al médico?

Hay una serie de indicaciones claras para acudir a una valoración médica o servicio especializado de forma urgente: Quemaduras extensas ya que puede haber repercusiones en el funcionamiento de los órganos (entendiendo como un 1% la palma del paciente). En el caso de más del 15% de la superficie corporal de un adulto sano porque pueden haber repercusiones en el funcionamiento de los órganos, o quemadura de más del 10% del cuerpo en niños de menos de 10 años y en adultos de más de 50 años. También en pacientes con múltiple patología de base, en quemaduras por llama en el contexto de accidentes o politraumatismos asociados, en quemaduras eléctricas, químicas o congelación. En caso de quemaduras que afecten de forma circular alguna zona corporal, sobre todo si son profundas; en las localizaciones estética o funcionalmente importantes como: cara y cuello, ojos, pecho en mujeres, genitales, manos o pies, articulaciones e incluso intraorales o intranasales, y en caso de síntomas asociados como somnolencia, vómitos, fiebre…

Aunque una quemadura esté bien tratada, si a la semana han aparecido síntomas nuevos o los que hay han empeorado, debemos ir al médico

Además, habrá que consultar dentro de la primera semana cuando fuera de los anteriores criterios, tengamos una quemadura en correcto tratamiento a la que se le hayan añadido síntomas o hayan empeorado, siempre que veamos una quemadura profunda para derivación especializada para control, tratamiento y seguimiento.

Pasada la primera semana, se podrá consultar para seguimiento y valoración, así como para el tratamiento y prevención de las posibles secuelas de quemaduras, desde la hiperpigmentación de una quemadura superficial, a las posibles secuelas de las quemaduras profundas.

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Algunas quemaduras necesitan la atención de un cirujano / Foto: Pixabay

Hay que tener en cuenta que si la quemadura es profunda puede dejar secuelas no sólo estéticas sino también funcionales importantes. De hecho, una parte importante del tratamiento de las quemaduras es el tratamiento de las secuelas que producen. Este tratamiento engloba el uso de diferentes estrategias cómo la realización de colgajos quirúrgicos, la aplicación de regeneradores dérmicos, el tratamiento con láser o microneedling, la utilización del plasma rico en plaquetas o la inyección de células madre. De hecho, se suelen utilizar combinaciones de diferentes tratamientos ya que cada uno de ellos ofrece ventajas específicas que nos permiten realizar un abordaje integral de la secuela.