Hoy, 19 de octubre, es el Día Mundial del Cáncer de Mama. Una fecha para concienciar acerca de la importancia de prevenir y detectar pronto esta enfermedad, el cáncer con más prevalencia en la población femenina. Las cifras de la OMS apuntan a que una de cada ocho mujeres lo sufrirán a lo largo de su vida y, aunque en los últimos años se han logrando grandes avances en el campo de la investigación –lo que se ha traducido en un aumento considerable de la supervivencia–, es importante recordar que queda mucho trabajo por hacer para fomentar unos hábitos de vida que prevengan la aparición de la enfermedad y un buen cribado que permita detectar pronto los casos.

Sin restar un ápice de importancia a la necesidad de que el sistema de salud público realice las revisiones correspondientes, también es cierto que las propias mujeres pueden realizar un gran trabajo en el ámbito de la detección precoz mediante la autoexploración, una técnica sencilla que deberían hacer todas las chicas desde los 20 años, tal y como recuerdan los expertos. Eso sí, es importante hacerlo correctamente. Estos son los cuatro pasos necesarios:

Colocarse frente a un espejo

Uno de los primeros síntomas que puede presentarse en el caso de padecer cáncer de mama es un cambio en el tamaño o forma de lo senos. Por eso, a la hora de autoexplorarse, es aconsejable situarse frente a un espejo para observarlos tranquilamente y comprobar si una de ellos ha cambiado su forma, si el pezón tiene un distinto color o tamaño o tiene una forma invertida y cualquier otra asimetría que sea importante detectar.

Día del cáncer de mamaLevantar los brazos

Puede que a simple vista no se detecte un cambio de tamaño o forma, pero a veces elevando los brazos sobre la cabeza se puede comprobar también si existe algún tipo de alteración. En este caso hay que comprobar si los dos pechos se levantan igual o si aparece algún tipo de hendidura tras realizar el movimiento.

Comenzar la exploración con la mano

Para explorarse bien no hay que tener prisa, pues lo mejor es recorrer cuidadosamente toda la mama. Con una mano hay que rodear toda la zona, incluida el pezón y la areola, así como la axila. No hace falta hacer mucha fuerza, basta con una ligera presión, porque el objetivo es detectar cualquier tipo de bulto o nódulo. El caso de algunos cánceres de mama el pezón puede excretar líquido, por eso también se aconseja presionar y comprobarlo.

Exploración tumbada

Para asegurarse completamente, una buena forma de acabar la autoexploración es tumbarse en la cama, con una mano detrás de la cabeza. Al igual que antes, con una ligera presión se recorren minuciosamente ambos senos para detectar cualquier anormalidad.