Los países en desarrollo están recurriendo, los que pueden, cada vez más a las vacunas de fabricación propia porque el programa Covax, apoyado por la ONU, se queda atrás. Mientras que los países occidentales ya hablan de terceras dosis, Covax, que fue establecido por las agencias de la ONU, gobiernos y donantes para garantizar un acceso justo a las vacunas contra el coronavirus para los países con ingresos bajos y medios, ha dicho que no podrá alcanzar su objetivo: distribuir 2.000 millones de dosis a todo el mundo para finales de año.

Según el último pronóstico de suministro, el 8 de septiembre, el programa ahora espera proporcionar 1.400 millones de dosis de vacunas durante el 2021, un déficit de casi un tercio. La escasez se debe, sobre todo, a las limitaciones de las exportaciones y la fabricación y a causa del aumento de la demanda de los países productores de vacunas. Sin ir más lejos, India, un productor clave, solo ha podido entregar 28 millones de dosis de los 40 millones prometidos porque el variante delta se extendió por todo el país, tal como señala el The Guardian.

El éxito de las producciones locales

Los países en desarrollo han respondido produciendo vacunas locales, entre ellos está Egipto que ha puesto en marcha varios ensayos en humanos de su vacuna Covi Vax, después de que las pruebas de laboratorio se superaran con éxito.

A principios de este año, investigadores de Arabia Saudí anunciaron el inicio de ensayos en humanos de la vacuna desarrollada por los investigadores de la Universidad Imam Abdulrahman bin Faisal.

Por otra parte, Cuba busca la aprobación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) por sus propias vacunas, ya que busca conseguir la inmunización completa, incluyendo niños de solo dos años, para finales del 2021.

Varios institutos de investigación del Brasil también han estado apostando por el desarrollo de vacunas de cosecha propia contra la covid. El instituto Butantan, un centro de investigación público de São Paulo, está llevando a cabo ensayos en humanos, en etapa inicial, de ButanVac. La vacuna del vector viral, desarrollada por la Escuela de Medicina Icahn en Nueva York y un consorcio internacional, se puede producir íntegramente en el Brasil en un futuro.

La India también tiene intención de poner en marcha la ZyCoV-D, la primera vacuna de ADN del mundo, que está siendo producida por Zydus Cadila, una empresa privada, en asociación con el departamento de biotecnología del Ministerio de Ciencia y Tecnología de la India. Eso permitirá la expansión del programa de vacunación existente para incluir a niños pequeños y adolescentes.

Singapur no se queda atrás en esta carrera. Hay tres vacunas de ARNm desarrolladas por la empresa de los EE.UU. Arcturus Therapeutics que están llevando a cabo ensayos en humanos en etapa intermedia para comprobar su eficacia.

Tal como recoge el mismo diario, la producción de vacunas de cosecha propia sigue una serie de acuerdos en que los países en desarrollo han empezado a asumir la fabricación de vacunas desarrolladas en Europa, los EE.UU. o China.

 

 

Imagen principal: un miembro del personal sanitario administra una vacuna detrás de un protector de plástico / Efe