A medida que se acerca a la menopausia, una de las preocupaciones que suelen tener las mujeres es qué va a ocurrir con su vida sexual. Los síntomas de este proceso, como problemas para dormir, sofocos, periodos poco frecuentes o irregulares pueden resultar frustrantes, en parte porque afectan la forma en que se siente el sexo y también al nivel de deseo sexual. Pero es importante saber que los orgasmos y el buen sexo son absolutamente posibles durante la menopausia y después.

En el caso de que se produzca un retraso a la hora de llegar al orgasmo, una situación completamente normal, no hay que desalentarse. Uno de los mejores consejos es centrarse en el placer que se experimenta en el momento sin fijarse el orgasmo como un objetivo específico. El uso de lubricantes para facilitar el acto sexual si se produce sequedad vaginal motivada por la bajada de los niveles de estrógeno y progesterona. También existe la posibilidad de utilizar el láser, que estimula la secreción y obtiene muy buenos resultados.

La disminución de la sensibilidad resultante puede hacer que el orgasmo sea más difícil de alcanzar. Pero eso lo que significa es que es necesario dedicar un poco más de tiempo o realizar un nuevo enfoque. El sexo oral es una buena alternativa para estimular el clítoris para empezar, porque suele producir lubricación natural. También se puede utilizar en estos casos un lubricante para evitar el contacto directo con el clítoris cuando éste resulta doloroso. Los vibradores, usados con regularidad también puede ayudar a aumentar la sensibilidad y hacer que sea más fácil alcanzar el orgasmo.

Pareja besándoseLas medidas que se pueden tomar para alcanzar mejor el orgasmo en la menopausia son diversos

En estos casos es mejor dedicar más tiempo a los prolegómenos y los juegos erógenos, que no siempre tienen que ser físicos, como por ejemplo, darse un baño en pareja.

Si se producen sofocos, es importante mantener la habitación con una temperatura idónea, alrededor de 20 grados, para no añadir calor a la situación y pueda resultar frustrante. Además, hay que mantenerse hidratada durante el día.

El cambio de hormonas también puede significar que lleve más tiempo el hecho de excitarse o tener ganas de tener relaciones sexuales. De hecho, la menopausia también puede involucrar síntomas emocionales y de salud mental, como aumento de la irritabilidad, frecuentes cambios de humor, sentimientos de ansiedad o depresión y estrés en las relaciones o en el lugar de trabajo.

Una investigación de título Sexual functioning in 4.418 postmenopausal women participating in UKCTOCS: a qualitative free-text analysis (Funcionamiento sexual en 4.418 mujeres posmenopáusicas que participan en UKCTOCS: un análisis cualitativo de texto libre) realizada por la Universidad de Sussex y el University College London del Reino Unido y la Universidad de Nueva Gales del Sur en Australia, concluye que la vida sexual de muchas mujeres disminuye con la edad debido a los llamados estresantes psicológicos y otros factores psicosociales.

En estos casos, los expertos coinciden en que en algunos casos en los que resulte muy dificultoso lograr el orgasmo o se produzca una inapetencia sexual excesiva, la mejor opción es acudir a un especialista. En primer lugar, un médico de atención primaria o ginecólogo que ayude a combatir los síntomas físicos. Y, en segundo, un sexólogo o terapeuta que ayude a mejorar la comunicación en la pareja para que no haya malentendidos y ofrezca orientación acerca de las herramientas que se pueden emplear para mejorar la vida sexual.