El epidemiólogo Oriol Mitjà celebra las buenas noticias que llegan de los Estados Unidos sobre el avance en las vacunas. Y apuesta por no ser reticentes con los resultados que da la medicina: "Sería de los primeros en ponerme la vacuna. Han salido resultados muy buenos y estoy contento y satisfecho con los estudios clínicos de Pfizer y de Moderna".

En una entrevista en Aquí Cuní, Mitjà da los motivos: "Lo que hacen es un análisis intermedio, proceso habitual, siguiendo a 30.000 personas. A 15.000 de ellas les han dado un placebo y a la otra mitad una vacuna. Y lo que ven es que en el caso de Pfizer sólo diez personas vacunadas desarrollan la enfermedad, mientras que son 84 en el grupo placebo. En el caso de Moderna todavía mejor, sólo cinco personas".

El miedo a la vacuna contrasta con las palabras de Mitjà. Estudios y encuestas recientes así lo demuestran. Por ejemplo, según Cosmo-Spain junto con la Universidad Carlos III de Madrid, siete de cada diez españoles estaban dispuestos a vacunarse el pasado mes de julio.

En septiembre, esta cifra cayó y tan sólo un 43% de los encuestados, seguían siendo proclives a ella. La razón principal es el miedo a que la primera vacuna no sea lo bastante efectiva ni segura. De hecho, el 37% señalan que se pondrían la segunda o tercera vacuna, pero no la primera, y un 16% creen que la que se distribuirá inicialmente no será eficaz.

Crítico con el Govern

La semana pasada, el epidemiólogo del Hospital Germans Trias i Pujol ya alababa la tarea de la Comunidad de Madrid con su presidenta al frente, Isabel Díaz Ayuso. Hoy ha ampliado sus razones: "Ayuso no apuntaba maneras, pero sin cerrar Madri, ha conseguido un altiplano, es decir, se ha mantenido en número de ingresos estables entre octubre y noviembre".

Y lo contrapone con la gestión del Govern: "La Generalitat ha sido mucho más conservadora y lenta a la hora de tomar decisiones, más allá del test de antígenos. Ahora pienso que la respuesta ha sido positiva y anuncian que están estudiando que se hagan los tests en farmacias". Mitjà vuelve a subrayar la importancia de los antígenos: "No digo que erradique la Covid pero la mantiene bajo control a un nivel de ingresos constante" es decir, como en Madrid.

Test de antígenos a la cultura y la restauración

Para hacer compatibles la lucha contra el colapso sanitario y la crisis económica, los test de antígenos podrían ser la solución inmediata. El Col·legi de Farmacèutics lamenta que el Govern no ha pasado ningún protocolo para empezar a trabajar de forma coordinada, pero aseguran que podrían disponer de sus servicios. En paralelo, se está creando un mercado no regulado de compra de estos test a través de Internet. Mitjà lamenta que en Catalunya "la burocracia ha frenado la ciencia".

Los test de antígenos se pueden aplicar en el día a día y cita dos ejemplos: el mundo de la cultura y el de la restauración. En el primero propone que antes de ir al teatro, todo el mundo se haga una prueba en la farmacia y pueda acreditar con un certificado la entrada en el recinto.

En el segundo caso, habla de restaurantes burbuja, donde también se pide acreditar que el cliente es negativo, y añade: "El certificado se tiene que pedir con cierta voluntariedad, la del restaurador para permitir el acceso, y la del cliente para decidir si quiere ir o no con estas condiciones".