La pandemia ha transformado los comportamientos y rutinas diarias de millones de personas en todo el mundo. Y a pesar de lo dramática que ha sido la situación, se han podido extraer algunas cuestiones positivas. Entre ellas, que más personas se animaron a hacer ejercicio en casa. Y no sólo eso, sino que algunos lo han mantenido al volver a la oficina. 

Según esta encuesta llevada a cabo en Estados Unidos, donde los comportamientos fueron muy parecidos a los europeos, casi el 60 por ciento de los que se identificaron como “no deportistas” en el pasado ahora están haciendo ejercicio activamente 2,64 veces de media por semana desde que regresaron al trabajo presencial.

La mayoría siguió el consejo de los expertos, comenzando con poco ejercicio y actividades menos extenuantes para progresar gradualmente. Por lo tanto, han logrado atravesar un reto, que es seguir haciendo actividad física al pasar más tiempo fuera de casa, aunque no deberíamos bajar la guardia y continuar con este hábito de vida tan saludable.

En la encuesta, se recoge que las personas que hicieron ejercicio una o dos veces por semana aumentaron su frecuencia en un 125,93 por ciento durante la pandemia, mientras que las que hicieron ejercicio hasta tres veces por semana aumentaron su frecuencia en un 38,57 por ciento. Aquellos que hicieron más ejercicio, cuatro o más veces a la semana, en realidad disminuyeron su frecuencia en un 14,16 por ciento una vez que regresaron a horarios de trabajo más tradicionales.

Lo cierto es que los expertos no esperaban ver un aumento tan drástico en la frecuencia del ejercicio para aquellos que eran menos activos antes. Una de las razones que apuntan es que como la vida tras la pandemia está llena de incertidumbres, las rutinas otorgan a las personas una cierta estabilidad y sensación de seguridad. De esta forma, como cogieron el hábito durante el confinamiento, han decidido seguir con él una vez han vuelto al trabajo.

Hombre en bici

Una vez volvieron a abrirse comercios y establecimientos, las cadenas de gimnasio han visto aumentado el número de personas que se apuntan. Eso sí, en grupos más pequeños y clases al aire libre. También hay más personas que caminan y corren al aire libre por su cuenta. Y por lo que parece, la gente parece dedicar un poco más de tiempo a planificar sus entrenamiento.

Uno de los grandes impulsores de este ejercicio en casa ha sido Internet. La pandemia multiplicó las visualizaciones de entrenamientos online de todo tipo, lo que ha provocado que muchas personas que no hacían antes ejercicio hayan vencido la pereza de ir a un gimnasio y hayan optado por seguir su rutina una vez se levantaron las restricciones. ¿Por qué? Indudablemente el ejercicio aporta muchos beneficios sobre el estado de ánimo, lo que ha provocado una cierta adicción en estos momentos de incertidumbre.

Los consejos de los expertos pasan por continuar con los hábitos adquiridos e intentar adaptarlos a la nueva realidad con la vuelta a la oficina. Hay que procurar no hacer cambios muy bruscos y seguir de momento con lo que ya se empezó para afianzar la rutina. Con el tiempo ya se puede variar, pero una vez no cueste ponerse a ello.

Otra forma de motivarse es encontrar un compañero de entrenamiento o utilizar algún tipo de aplicación de entrenamiento para realizar un seguimiento de la actividad física.