El Institut de Recerca del Sida, IrsiCaixa, ha demostrado en un nuevo estudio que la mayoría de las personas que han pasado la covid-19, independientemente de la gravedad de los síntomas, presentan anticuerpos neutralitzants –es decir, con efecto protector– más allá de un año después de la infección.

El equipo científico ha observado que, aunque en el caso de los pacientes hospitalizados la producción de anticuerpos es superior, su capacidad de bloquear nuevas variantes del SARS-CoV-2 se ve más afectada en comparación con la de los pacientes asintomáticos o con sintomatología leve, que generan menos anticuerpos pero más protectores. No obstante, la vacunación ha implicado en todos los individuos del estudio un aumento en sus niveles de anticuerpos, llegando a cantidades muy similares entre todos ellos.

Un estudio de 332 personas

El estudio se ha llevado a cabo en un total de 332 personas que han pasado la covid-19, de los cuales un 60% que lo ha pasado de manera asintomática y leve, mientras que un 40% lo ha pasado grave. Se les ha hecho un seguimiento de la respuesta inmunitaria neutralizando durante 15 meses.

De esta manera, el personal investigador puede confirmar que, en la mayoría de los casos, los niveles de anticuerpos se mantienen durante más de un año y confieren protección. Además, durante el proceso algunos de los participantes se han vacunado, y todos ellos incrementaron 10 veces sus anticuerpos después de la vacunación.

La variante Beta, la más resistente

"Lo que hemos visto a lo largo de este año es que, en los pacientes hospitalizados, la cantidad de anticuerpos protectores llegan a su nivel máximo pocos días después de presentar los primeros síntomas y, seguidamente, decaen de manera pronunciada, hasta que se estabilizan, manteniéndose elevados en el tiempo", comenta Edwards Pradenas, investigador predoctoral en IrsiCaixa y coautor del estudio junto con Benjamin Trinité, investigador posdoctoral a IrsiCaixa.

El estudio también demuestra que la capacidad protectora de los anticuerpos ante la variante Beta, descrita por primera vez en Sudáfrica, se pierde de manera más acentuada en los pacientes hospitalizados que en las personas que han pasado la COVID-19 de manera asintomática o leve.

"Tener una buena respuesta inmunitaria es clave, sobre todo ahora con la aparición de nuevas variantes que pueden comprometer la efectividad de nuestras defensas. Datos recientes apuntan que, en ausencia de la vacuna, un 50% de los participantes del estudio podrían sufrir una reinfección por|para la variante Beta del virus, la más resistente a anticuerpos descrita hasta el momento, y este porcentaje bajaría hasta el 30% en el caso del virus original", comenta Blanco.

 

Imagen principal: El laboratorio de Irsicaixa / IrsiCaixa.