El cáncer de colon es el más diagnosticado en el mundo y el segundo más mortal. La comunidad científica está preocupada porque la incidencia está aumentando en los países occidentales y especialmente en menores de 50 años. En el Estado español, se diagnostican alrededor de 45.000 personas cada año, de las cuales 15.000 no superan la enfermedad. Uno de los grandes retos es el diagnóstico precoz, pero el problema es que en sus etapas iniciales no suele presentar síntomas específicos, por lo que muchas personas acuden al médico cuando es demasiado tarde.
Pero quizá con la revolución médica en ciernes impulsada por la Inteligencia Artificial, esta situación pueda cambiar. Según un estudio de la Universidad de Tulane, la Universidad Central South en China, el Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Oklahoma, la Universidad de Temple y la Universidad Estatal de Florida esta herramienta puede detectar y diagnosticar con precisión el cáncer de colon a partir de escaneos de tejidos. Un hito importante que podría ayudar a establecer diagnósticos más precoces. Los resultados del estudio han sido recogidos por la prestigiosa revista Nature.
Según el Dr. Hong-Wen Deng, profesor y director del Centro de Informática Biomédica y Genómica de Tulane, “este estudio es revolucionario porque aprovechamos con éxito la Inteligencia Artificial para identificar y diagnosticar el cáncer colorrectal de una manera eficaz, lo que en última instancia podría reducir la carga de trabajo de los patólogos, que son los que analizan las imágenes”.
Para realizar el estudio, Deng y su equipo recopilaron más de 13.000 imágenes de cáncer de colon de 8.803 pacientes y 13 centros oncológicos independientes en China, Alemania y Estados Unidos. Usando las imágenes, que fueron seleccionadas al azar por los técnicos, construyeron un programa de reconocimiento patológico asistido por una máquina que permite que una computadora reconozca imágenes que diagnostican la enfermedad.
Después de comparar los resultados de la herramienta de Inteligencia Artificial con el trabajo de patólogos altamente experimentados que interpretaron los datos manualmente, se concluyó que los resultados eran prácticamente los mismos. Incluso más precisos con el uso de la IA.
En este sentido, cabe destacar que el uso de esta herramienta para identificar el cáncer es una tecnología emergente pero que aún no se ha extendido de forma masiva. La esperanza del equipo es que este estudio provoque que más patólogos utilicen tecnología de preselección en el futuro para hacer diagnósticos más rápidos.
“Todavía está en la fase de investigación y aún no lo hemos comercializado porque necesitamos hacerlo más fácil de usar y probar e implementar en entornos más clínicos. Pero a medida que lo desarrollemos más, es de esperar que también se pueda usar para diferentes tipos de cáncer en el futuro. El uso de la IA para diagnosticar el cáncer puede acelerar todo el proceso y ahorrará mucho tiempo tanto a los pacientes como a los médicos”, explican los expertos.