El aumento de una proteína concentrada en la grasa marrón parece reducir el azúcar en la sangre, promover la sensibilidad a la insulina y proteger contra la enfermedad del hígado graso al remodelar la grasa blanca a un estado más saludable. Así lo sugiere un nuevo estudio dirigido por científicos de la UT Southwestern. El hallazgo, publicado en la web de Nature Communications, podría conducir a nuevas soluciones para pacientes con diabetes y afecciones relacionadas.

“Al aprovechar este sistema natural, podemos ayudar a que los depósitos de grasa sean más saludables metabólicamente y potencialmente prevenir o tratar la diabetes asociada a la obesidad”, dice el autor principal del estudio Perry E. Bickel, profesor asociado de medicina interna en la UTSW.

Decenas de millones de estadounidenses padecen diabetes tipo 2, una enfermedad caracterizada por niveles elevados de azúcar en sangre y resistencia a la insulina, la hormona que permite que las células utilicen el azúcar en sangre para obtener energía. Esta enfermedad se ha relacionado con la obesidad, con exceso de tejido adiposo blanco, tejido graso que contiene la mayor parte de la energía almacenada en el cuerpo, asociado con niveles elevados de azúcar en sangre y resistencia a la insulina en personas susceptibles.

Los seres humanos y otros mamíferos también tienen un segundo tipo de grasa, conocida como tejido adiposo marrón, que es capaz de quemar grasa como una forma de aumentar el calor corporal en temperaturas frías. Esta grasa marrón se ha investigado como un objetivo potencial para la pérdida de peso, pero también puede tener un papel en la mejora del azúcar en sangre independientemente de la pérdida de peso.

Los investigadores encontraron que la grasa marrón podría desempeñar un papel protector importante contra la diabetes. Los investigadores hicieron este descubrimiento mientras estudiaban la perilipina 5 (PLIN5), una proteína que recubre las gotas de lípidos dentro de las células, particularmente en la grasa marrón.

Cuando el equipo modificó genéticamente ratones que produjeron PLIN5 adicional en grasa marrón, los animales mantuvieron concentraciones de azúcar en sangre significativamente más bajas y una mayor sensibilidad a la insulina durante las pruebas de tolerancia a la glucosa, en comparación con ratones con niveles normales de PLIN5. También tenían hígados menos grasos, una condición asociada con la diabetes tipo 2.

BarrigaEl descubrimiento sobre la grasa marrón podría tener una útil aplicación entre los diabéticos

Buscando el mecanismo detrás de estos cambios positivos, los científicos encontraron que las mitocondrias de la grasa marrón en los ratones modificados genéticamente se habían adaptado para quemar aún más grasa, similar a lo que se ve en animales colocados en temperaturas frías. Sin embargo, la adaptación no fue suficiente para explicar el efecto reductor de azúcar en sangre. Mirando más de cerca, los investigadores encontraron que los adipocitos blancos de animales que tenían PLIN5 extra en sus adipocitos marrones eran más pequeños y tenían reducciones en algunos marcadores de inflamación, cambios que están asociados con una mayor sensibilidad a la insulina y el metabolismo del azúcar.

Bickel señala que la grasa marrón parece comunicarse con la grasa blanca de alguna manera desconocida, enviando potencialmente un factor molecular a través del torrente sanguíneo cuando los niveles de PLIN5 aumentan dentro de los adipocitos marrones.

“La siguiente pregunta que queremos abordar”, dice Bickel, “es cuál es ese factor y si podemos aprovecharlo para obtener un beneficio terapéutico”.