Casi un año después de tomar las riendas del ministerio de Sanidad, Salvador Illa, reconoce que se han cometido errores por parte de todos y, pese a los complicados momentos que también a él le ha traído esta "terrible" pandemia, volvería a aceptar el encargo. "No me arrepiento", asegura.

"Lo he hecho lo mejor que he podido", reconoce en una entrevista con Efe en la que hace balance de estos casi doce meses de pandemia  de la Covid-19 y su gestión como titular en la cartera de Sanidad, un cargo que asumió el 13 de enero pasado. Algo que sí tiene claro, por eso, es que no va a "perder un minuto" es en batallar con ninguna comunidad autónoma, aunque haya alguna que lo intente. "Mi beligerancia se centra únicamente contra el virus. Lo demás, ni un minuto", zanja.

PCR residencia covid - EFEUn profesional hace una prueba a un anciano en una residencia / EFE

Todo el mundo llegó tarde

Illa cree que el coronavirus "sorprendió a todos", y eso obligó a ir adoptando medidas en función de la información que se iba recibiendo, disposiciones que en ese momento se percibían como las "correctas y adecuadas"; ahora, cree, "no es muy honesto" tomar las mismas decisiones que la primera ola con los datos actuales.

"He de reconocer que todo el mundo llegó tarde, también España", admite el ministro para puntualizar, sin embargo, que aun "yendo tarde y cometiendo errores, fuimos también los primeros en reaccionar", decretando el primer estado de alarma y el confinamiento de la población apenas dos días después de que la OMS declarara la pandemia.

Illa considera "obligado" hacer una evaluación independiente, "por descontado, de la acción del ministerio, del Gobierno, de las comunidades y de los sistemas sanitarios", pero ha de ser "constructiva" y realizada por expertos de distintas disciplinas. A tal efecto se constituyó un grupo de trabajo en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, centrado en elaborar el marco en el que se desarrollará esta evaluación, que quiere "lo antes posible".

"Hay quien lleva interesado desde el primer día, más que en combatir el virus, en combatir al Gobierno; allá ellos. Nosotros queremos hacer una evaluación constructiva, serena, pausada y que nos dé pautas de actuación de cara al futuro", añade.

ayuso dia constitucio congres - EFELa presidenta de Madrid, Isabel Ayuso, ha mantenido en diferentes ocasiones un pulso con el Gobierno y el ministerio de Sanidad sobre las medidas que se debían implementar en esta comunidad / EFE

Momentos difíciles

Para Illa hay tres momentos especialmente complicados durante su gestión. El primero, dice sin dudar, es el del pico de finales de marzo y principios de abril, cuando los fallecidos diarios se contaban por centenares hasta casi el millar. Otro momento "nada fácil" fue el de restringir las asistencias a los funerales: "Si ya es muy doloroso perder a un ser querido, no poderte despedir de él, no poderle acompañar, multiplica ese dolor", lamenta.

A nivel interno, el día de mayo en el que el entonces secretario general de Sanidad, Faustino Blanco, que desde el primer día le pidió ser relevado, tuvo que ser atendido de urgencias por un problema cardiaco "debido a la presión sufrida" todos estos meses. "Le fui pidiendo que fuera continuando, así que, cuando pasó esto, me sentí un poco responsable". Afortunadamente, recuerda, "todo salió bien".

Ejemplaridad de la ciudadanía y de los sanitarios

Pese a todos los sinsabores, de este año el ministro se queda con el comportamiento de la ciudadanía y la respuesta de los profesionales sanitarios que "ha sido ejemplar". 

La pandemia nos ha sacado "lo mejor de nosotros mismos, y a veces también lo peor. Todos tenemos imágenes en la retina de ejemplos de solidaridad", como fue el sector automovilístico entregado a la fabricación de respiradores o al textil elaborando mascarillas.

"Ha habido cosas que ponen la piel de gallina, porque ha habido reacciones muy espontáneas en un momento de mucha dureza, en el que todo el mundo ha entendido que había que volver a descubrir esa dimensión comunitaria y que no vivimos aislados", afirma.

Seat operadors respiradors fabrica coronavirus Europa PressOperarios de la Seat hacen respiradores para los hospitales / EFE
 

Alabanza al trabajo de Simón

El ministro confiesa que nunca el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, le ha pedido tirar la toalla a pesar de las críticas, y de él destaca que "desde el minuto cero" ha ejercido sus tareas "de forma muy ejemplar" y asumiendo decisiones que "son muy difíciles de tomar". Por ello, asegura: "Es un trabajador incansable y muy honesto". Además, recuerda que no fue él quien lo nombró y que todo el mundo sabe quién lo hizo.

Para Illa, Simón "y los Fernando Simón que hay en nuestro país en el ámbito de la salud publica y en muchos otros ámbitos son servidores públicos vocacionales y ejemplares". En este sentido, considera que las peticiones para que le destituya del cargo "han sido minoritarias y poco representativas".

Fernando Simón Covid Arbol Navidad - EfeIlla defiende la gestión del Simón frente la pandemia / EFE

La tercera ola

Superada la primera y después una segunda, la tercera ola ha empezado a despuntar hace unos días con un aumento progresivo de la incidencia, después de que las comunidades relajaran las medidas a principios de diciembre, aunque está convencido de que todas han actuado "rápidamente" y que pronto se verán los resultados.

No obstante, hace hincapié en la importancia de reducir al máximo la movilidad y los contactos sociales en estas fiestas navideñas. "No nos cansamos de repetir que la Navidad, en casa; no nos movamos y estemos con la familia más próxima", abunda antes de valorar la labor de las autonomías para frenar el aumento de casos, ya que están actuando "correctamente".

Test en farmacias

Sobre la petición que le ha hecho el Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso, para hacer test rápidos de antígenos en las farmacias, Illa reitera que "estas cosas hay que hacerlas bien". Por ello, ha apuntado que está analizando la propuesta madrileña, pero todavía "hay toda una serie de detalles que han sido objeto de aclaración y vamos a ver cómo podemos resolverlos".

Para tratar de mitigar los efectos de la fatiga pandémica en el personal sanitario y en el resto de la ciudadanía, recuerda que "ya tenemos un horizonte", que son las vacunas, las cuales empezarán a administrarse en España el próximo domingo. "Es un horizonte de cinco o seis meses", anima el ministro, que lo considera el principio del fin, cuando ya haya una población inmunizada suficiente para poder empezar a relajar medidas "de forma importante".