El juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de Leganés (Madrid) ha admitido a trámite una denuncia por "homicidio y sus formas" a raíz de la gestión llevada a cabo en el Hospital Universitario Severo Ochoa durante la primera ola de la pandemia, y ha incoado diligencias previas contra cuatro directivos del complejo hospitalario.

A todos ellos, según el acto, se los cita en calidad de investigados el próximo 4 de junio para darles "traslado de la denuncia" al apreciar el juzgado que las "actuaciones presentan características que hacen presumir la posible existencia de infracción penal".

Además, oficia a dirección del Hospital a que informe "cuanto antes posible" del "ámbito de competencias de cada uno de los denunciados", así como de las "actuaciones llevadas a cabo para contener la pandemia en relación con medios materiales, formación de profesionales, organización del trabajo y protección de los trabajadores".

De la misma manera, el juzgado reclama que se especifiquen los "criterios de traslado de pacientes Covid-19 a otros hospitales o centros médicos".

Gestión negligente con resultados de lesiones y muerte

La denuncia fue interpuesta por la Plataforma por los trabajadores del Severo Ochoa y la Agrupación Sanitaria Española (ASAES) a causa de "la gestión negligente con resultados de lesiones y muerte", ya que consideran que la gestión de la crisis sanitaria en este hospital pudo derivar en una veintena de muertes, incluido el de un enfermero de quirófano de centro.

La denuncia se fundamenta en la gestión de un hospital que, según los denunciantes, "no tenía un plan de contingencia", lo cual habría derivado en "una total improvisación, un descontrol y una ausencia de actuaciones por parte de los responsables a la hora de afrontar las duras condiciones".

De hecho, con respecto a los traslados de pacientes entre las UCI, la denuncia asegura que los médicos de este departamento del Severo Ochoa desconocían los "criterios", y aseguran que "el chat de WhatsApp de las jefes de servicio de la UCI permanecía inactivo a partir de las 22.00 horas, no funcionando a las noches."

"Se podían haber salvado 20 vidas"

"Y eso -argumenta el documento- tuvo graves consecuencias para los pacientes, ya que se estima entre los médicos de la UCI que de haber sido activo el WhatsApp por la noche, se podían haber salvado al menos 20 vidas de pacientes del Hospital, con nombres y apellidos".

Sin recursos ya en la era pre-Covid

La denuncia arranca con los denunciantes apelando al recorte de medios y personal durante los "últimos años" en el Severo Ochoa. Así, recuerda que fue uno de los primeros del país a colapsar por la pandemia y que el complejo hospitalario "no tenía ni siquiera los medios para atender a sus pacientes en un día a día normal", una responsabilidad que atribuyen a los "cargos de dirección que tuvieron que haber actuado -alega la denuncia- y no lo hicieron, de forma que se dejó a la deriva a todos los trabajadores."

Falta de equipos de protección

Por otra parte, después de recordar que "en la UCI no existió ningún tipo de planificación o anticipación" y que "no se transmitió ninguna clase de instrucción por vía reglamentaria", revela que en marzo hubo un brote entre profesionales que participaron en una intervención quirúrgica (cuatro enfermeros, dos auxiliares de enfermería y un médico), dado que "ni se llevaban equipos de protección individual completos (EPI) y la mascarilla que se utilizaba era la quirúrgica".

La consejería de Sanidad les ordena esperar

Pasaron los días y se hicieron públicos los vídeos de los pasillos de Urgencias llenos de pacientes. El Hospital, según los denunciantes, llegó a rechazar la ayuda de la Unidad Militar de Emergencias (UME) cuando era evidente que era necesaria" porque, según esgrimen, desde la consejería de sanidad de la Comunidad de Madrid se ordenó esperar que estuviera habilitado el hospital provisional del Ifema.

La denuncia apunta que, desde marzo hasta junio del año pasado, "hubo momentos en que se llegó a triplicar el número de pacientes en Urgencias y el 27% del personal fue contagiado por Covid"

La dirección, "cerrada al despacho"

"La dirección -esgrime- se encerró en su despacho, no dio órdenes (salvo las de no hacer PCR, no dar material, aceptar pacientes de manera descontrolada y rechazar la ayuda del UME) no se remitió a protocolos porque no existían, no atendió en su equipo de trabajadores y desatendió las peticiones de ayuda desesperadas, de los que se encontraban bajo su orden y mando".

También apunta a la falta de protección entre los trabajadores sanitarios, que "se protegían con batas hechas de bolsas de basura, en la cabeza y en los pies por falta de escafandras y bragas, batas recicladas que habían perdido su impermeabilidad e impermeables".

"En ningún momento se llevaron a cabo medidas de control para evitar la expansión de virus entre los trabajadores, no se les sometió a pruebas de detección y se les dejó contagiar y contagiar a todos los pacientes", mantienen a los denunciantes, al mismo tiempo que revelan que la Dirección de enfermería, encargada de suministrar los EPI, "obligó al personal a trabajar con equipos reutilizados, los cuales ya habían perdido toda su capacidad protectora, y a trabajar durante todo un turno con el mismo EPI, siendo los turnos de noche de hasta 10 horas de duración".

Por su parte, la Dirección del Hospital Universitario Severo Ochoa ha manifestado hoy "su completa disposición a colaborar con la Justicia en todo aquello que se le requiera".

 

Imagen principal, fachada del hospital Severo Ochoa / Europa Press