El Hospital Arnau de Vilanova de Lleida abre una tercera planta para los contagiados por coronavirus después de llegar a su máximo de capacidad en las dos plantas que tenía destinadas. El aumento de casos ha hecho tomar esta decisión, aunque el mismo doctor José Luis Morales-Rull, ha declarado a TV3 que en las últimas horas "han podido dar la vuelta al marcador" y se han dado muchas altas que garantizaban la capacidad. No obstante, hay que prever el rebrote que se está generando y por eso se ha habilitado, en paralelo, una carpa de urgencias para aquellos pacientes que esperen los resultados después de una prueba de PCR.

La respuesta de este hospital público va en dos líneas: "Un circuito limpio y un circuito sucio", tal como ha explicado Morales-Rull. Se quiere evitar el contacto entre unos y otros y aislar todos aquellos posibles positivos. Así pues, no esconde una realidad: "Los casos van aumentando progresivamente y la capacidad de Covid está agotada".

El hospital también ha ampliado su área de críticos y están derivando a otros hospitales a los pacientes que no tienen coronavirus, y matiza: "Intentaremos no trasladar a pacientes con Covid para no poner en problemas epidemiológicos a otras ciudades", ha señalado Morales en alusión a la posibilidad de llevar pacientes a otros hospitales fuera de la comarca del Segrià.

La situación a día de hoy

Morales ha informado que el 58% de los casos de Covid-19 que atienden en el hospital son de transmisión comunitaria, "de gente de la calle, que va a bares, y de diferentes sectores, no únicamente de un perfil como hasta ahora, mientras que el 28% son del sector hortofrutícola, también de familiares de personas que trabajan". Por otra parte, desde el Colegio de Médicos ya equiparan la curva de positivos del mes de julio con la que tenía Lleida en el mes de marzo, en plena pandemia. La única diferencia es la gravedad de los casos: "No hay tantos casos graves porque la media de edad de los infectados es 15 años inferior a la de hace tres meses y el 80% son asintomáticos", ha declarado Ramon Mur, presidente del Colegio en Lleida.

Mur ha asegurado que se habló con el Departament de Salut ya desde mayo y ha lamentado que entonces no se puso en marcha una coordinación ni dentro de la administración catalana ni entre diferentes niveles de la administración para abordar esta problemática. Un lamento que también han expresado diferentes alcaldes de la comarca como el de Alcarràs, Manel Ezquerra. Todos están convencidos de que había margen para prever esta situación y no se ha trabajado como es debido.