La falta de hierro es una de las deficiencias más comunes, sobre todo entre las mujeres y en sociedades avanzadas. Un ejemplo lo tenemos en un estudio presentado recientemente y en el que se ha podido comprobar que la mitad de las mujeres embarazadas que se sometieron a un simple análisis de sangre para comprobar sus reservas de hierro tenían niveles bajos y una de cada cuatro tenía una deficiencia grave de hierro. La investigación, que se ha llevado a cabo en Canadá, aparece publicada la revista Blood Advances.

Sin embargo, lo más preocupante es que el 40% de las mujeres embarazadas participantes en el estudio nunca revisaron sus niveles de hierro. Según los expertos, datos como estos ponen de manifiesto la necesidad de revisar las pautas clínicas para garantizar que la prueba de ferritina, la medida estándar de la deficiencia de hierro, se incluya como parte de rutina de la atención materna y los exámenes de salud durante el embarazo.

“A pesar de la altísima prevalencia de la deficiencia de hierro en el embarazo y de lo fácil que es tratarla, no estamos haciendo un buen trabajo al detectarla”, asegura la autora principal del estudio, Jennifer Teichman, de la Universidad de Toronto.

Yoga embarazada

Los requerimientos de hierro durante el embarazo son altos para apoyar el desarrollo del feto, la placenta en crecimiento y el aumento del suministro de sangre necesario para sostener el embarazo. Esta demanda de hierro aumenta durante el transcurso del embarazo. La deficiencia de hierro es la causa más común de anemia (bajo recuento de hemoglobina o glóbulos rojos) durante el embarazo, que se ha relacionado con mayores riesgos tanto para la madre como para el bebé, incluido una mayor probabilidad de sufrir parto prematuro, bajo peso al nacer y depresión posparto. La anemia en las primeras etapas del embarazo también se ha asociado con retrasos en el desarrollo neurológico de la descendencia, incluso cuando el niño se acerca a la edad escolar y más allá, lo que apunta a efectos potencialmente duraderos. Incluso los niveles bajos de hierro pueden hacer que las mujeres embarazadas experimenten fatiga, debilidad y confusión mental.

El estudio incluyó a 44.552 mujeres embarazadas que se sometieron a pruebas prenatales en laboratorios comunitarios en Ontario, Canadá, entre 2013 y 2018 para determinar con qué frecuencia se ofrecían las pruebas de ferritina. Los investigadores también buscaron proporcionar datos más sólidos sobre la prevalencia y la gravedad de la deficiencia de hierro entre las mujeres embarazadas e identificar si ciertos factores clínicos o demográficos influían en la probabilidad de que alguien se sometiera a una prueba de ferritina.

Una de las cuestiones relevantes es que las vitaminas prenatales que se suelen prescribir para las mujeres embarazadas contienen solo una pizca de hierro y muchas combinan hierro con calcio, lo que puede inhibir la absorción de hierro. La forma de abordar el problema es identificando la deficiencia de hierro desde el principio y luego suplementando a las mujeres con dosis terapéuticas de hierro, que tiene 10 veces la cantidad que se encuentra en la mayoría de las vitaminas prenatales.