Actualmente, la enfermedad del Parkinson afecta a una de cada 100 personas mayores de 60 años en el mundo y la OMS prevé que para el 2030, mas de 12 millones de personas en el mundo sufran esta enfermedad neurológica, una de las más comunes.

Se desarrolla debido a un proceso neurodegenerativo multisistémico que afecta al sistema nervioso central de forma crónica. La sufren tanto hombres como mujeres y provoca síntomas motores y no motores aunque se manifiestan de manera diferente en cada persona. No tiene cura y es en cierta manera imprevisible.

En algunos pacientes evoluciona rápidamente, mientras que en otros de manera lenta. Entre sus síntomas más comunes se encuentran los temblores, rigidez, lentitud de movimientos e inestabilidad postural, además de otros síntomas no motores como la depresión, la reducción del olfato, el estreñimiento y el trastorno en el sueño. Al no saber cómo prevenirla, es importante conocer las causas que pueden ayudar a diagnosticarla lo más tempranamente posible.

ParkinsonEl Parkinson es un proceso neurodegenerativo sistémico que afecta a un 1 por ciento de las personas mayores de 60 años

Desde Israel llega un nuevo estudio en el que se concluye que es posible que el estreñimiento ayude a diagnosticar el Parkinson. Los expertos han identificado una cadena de procesos celulares y fisiológicos que tienen el potencial de proporcionar algo de ayuda en el diagnóstico de la enfermedad en un estadío temprano de la misma.

La investigación, publicada en la revista Science Advances, plantea la hipótesis de que una posible clave para diagnosticar la enfermedad de Parkinson antes es comprender mejor el proceso fisiológico subyacente al estreñimiento.

El estreñimiento es un síntoma del Parkinson y puede preceder al desarrollo de la enfermedad hasta en 20 años. Se sabe desde principios del siglo pasado que el origen de la enfermedad se encuentra en una acumulación de pequeños depósitos de desechos de proteínas dentro de las células cerebrales llamadas cuerpos de Lewy, que se diseminan por el cerebro de los pacientes enfermos.

El problema es que los cuerpos de Lewy eran clínicamente inaccesibles, lo que impedía la capacidad de determinar si una persona los tiene, a pesar de que pueden estar en el cerebro durante muchos años antes del diagnóstico. Su existencia se vinculaba a la aparición de síntomas del Parkinson, como la ansiedad, trastornos del sueño, pérdida del sentido del olfato y, en particular, estreñimiento.

Curiosamente, uno de los primeros lugares donde se encuentran los cuerpos de Lewy en el cerebro es un área que afecta la motilidad gastrointestinal, lo que proporciona una posible explicación del estreñimiento en los pacientes de Parkinson. Los expertos se fijaron en una proteína específica, la alfa-sinucleína, que ya se sabía que se agregaba como el componente principal de los cuerpos de Lewy, en las células del cerebro de los ratones que controlan la motilidad gastrointestinal.

Papel higiénicoEl estreñimiento parece ser un síntoma que puede avanzar la futura presencia de Parkinson

El resultado fue que la sobreexpresión de la proteína hizo que estas células cerebrales se encogieran y su actividad eléctrica se ralentizara, lo que afectó directamente las propiedades fisiológicas que llevaron al estreñimiento. Por tanto, es probable que este sea el proceso que también ocurre en los seres humanos en las primeras etapas de la enfermedad de Parkinson.