La OMS recomienda que cada adulto consuma al menos 400 gramos de frutas y verduras al día para prevenir enfermedades crónicas como el cáncer, la diabetes, las enfermedades cardíacas y la obesidad, así como para contrarrestar las deficiencias de micronutrientes. A la hora de comer estos alimentos, un aspecto esencial es el buen lavado de los mismos, con el objetivo de retirar restos de microbios y pesticidas.

La tierra, a veces visible en las verduras de hoja verde y otras verduras, puede albergar patógenos microbianos como la E. coli, salmonella y los microbios que causan el norovirus, pueden provocar enfermedades transmitidas por los alimentos. En los propios alimentos, la investigación también vincula los residuos de plaguicidas con efectos negativos para la salud.

Por ejemplo, los pesticidas dietéticos pueden estar asociados con una menor probabilidad de embarazo, como señala este estudio. La fertilidad de los hombres también puede verse afectada negativamente por comer productos con altos niveles de residuos de pesticidas, según este otro estudio publicado en la revista Human Reproduction Consumption.

A la hora de lavarlos, no se recomiendan algunos métodos, como por ejemplo el uso de jabón, detergente o productos comerciales. Los alimentos son porosos, por lo que el jabón y los detergentes domésticos pueden ser absorbidos por las frutas y verduras, a pesar de enjuagarlos bien. Lo recomendable, antes de preparar y comer productos, es lavarlos bien con agua fría del grifo. Y para alimentos más duros, como los pepinos o los calabacines, se pueden frotar con un cepillo limpio específico.

Lavando frutaLavar la fruta y la verdura con agua fría es la mejor de las soluciones

Después del lavado, se deben secar con una toalla de tela limpia o una toalla de papel para reducir aún más las bacterias que pueden estar presentes en la superficie. Los artículos que se venden en bolsas y están prelavados y listos para comer, se ha comprobado que, en la mayoría de los casos, lavar y remojar solo puede conducir a un cierto grado de reducción en el nivel de residuos de pesticidas, según este estudio recogido en el Journal of the Science of Food and Agriculture.

Si la fruta o la verdura se puede pelar, se consigue reducir los residuos de pesticidas de manera más efectiva. Pero es importante tener en cuenta que los beneficios de comer de cinco a siete porciones de productos al día superan con creces los riesgos de los pesticidas. En otras palabras, incluso si el lavado no elimina completamente los residuos, se protege mejor la salud consumiendo frutas y verduras en lugar de suprimiéndolas de la dieta.

Comparadas con las verduras y frutas cultivadas convencionalmente, se ha demostrado que los productos cultivados de modo ecológico contienen niveles detectables más bajos de residuos de pesticidas. Pero aun así, deben lavarse antes de consumirlos. En cuanto al uso de productos como las soluciones hechas con vinagre o limón, han demostrado que no son mucho más eficaces que el agua.  

Otros consejos para mantenerlos en buen estado es tener las frutas y verduras alejadas de alimentos como carne cruda, aves y mariscos en el carro de la compra y cuando se llegue a casa. Cuando se preparen los alimentos, hay que asegurarse de usar una tabla de cortar separada para productos crudos y nunca colocar ensaladas o productos frescos cortados en un plato o superficie que anteriormente contenía carne, aves, mariscos o huevos crudos.