Algunas personas han sentido el deseo de cambiar de ciudad después de los confinamientos impuestos por la pandemia del coronavirus. Abrir la ventana y ver cemento y ladrillo durante los periodos de cierre quizás no era la mejor manera de poder alargar la vista durante las pequeñas pausas. Algunos han preferido cambiar el estrés y el ruido de la ciudad para poder ver un poco de verde al abrir la ventana y sentir los ruidos de la naturaleza o, cuando menos, de la tranquilidad.

Precisamente por el deseo de estas personas algunos centros de investigación se plantearon que tal vez con la llegada de la pandemia podría empezar a intuirse el fin de las ciudades. Muchas personas han preferido renunciar a la 'comodidad' de la ciudad por la vida tranquila de un pueblo aprovechando, eso sí, la opción del teletrabajo.

Ahora bien, una macroencuesta realizada a ciudadanos de París y Londres ha encontrado que el deseo de que se pensaba que era mucho es posible que no lo sea tanto. El The Guardian recoge el informe del King's College London y la Université de Paris, basado en una encuesta hecha entre abril y mayo, ha encontrado que los cierres de cafés, bares, restaurantes y discotecas o el teletrabajo no habrían cambiado tanto las ganas de los habitantes de marcharse de sus respectivas ciudades.

Una encuesta prepandémica hecha en el 2019 en las mismas ciudades los resultados fueron más o menos los mismos. Había una cantidad de londinenses y de parisinos que quería cambiar de aires, pero la gran mayoría prefería seguir viviendo en la capital. La mayoría cree, a más que las ciudades, irán recuperando poco a poco sus servicios.

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Montmartre, París / Unsplash

"La pandemia ha forzado un cambio en la forma en que vivimos nuestras vidas, y eso ha tenido un impacto importante en las ciudades con oficinas que han quedado vacías y que se han utilizado mínimamente durante largos periodos de tiempo", ha explicado Kelly Beaver, una de las personas que ha hecho las encuestas por Ipsos Mori, y que recoge el mismo rotativo. "El declive de la ciudad no parece tener lo bastante en cuenta las opiniones y creencias de las personas que viven allí, la gran mayoría está contenta donde vive. El futuro de Londres y París como grandes capitales parece seguro".

¿Qué dicen los datos?

La encuesta ha llegado a la conclusión de que el 56% de los londinenses estaban contentos con sus servicios locales, como por ejemplo, escuela, transporte y policía. Parece un aprobado justito, pero el caso es que ha habido un aumento con respecto a los datos del 2019. En París, la cosa cambia, los ciudadanos le dan entre un 41% y un 51%.

Las cifras son un poco más altas cuando las personas son preguntadas por el área local donde viven. Así, en Londres hay un 63% de satisfacción mientras que en París es del 59%. Preguntados por si tenían intención de cambiar de aires, parece que la cosa está fuerza equilibrada, aunque un porcentaje bastante notorio se está replanteando marcharse. En el caso de los Londinenses un 43% –hace un par de años eran el 37%– se podría plantear un cambio en los próximos cinco años, mientras que los parisinos son un 45% –con respecto al 44% del 2019.

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Vistas de Londres / Unsplash

Sea como sea, los ciudadanos de ambas capitales tienen confianza en que se podrán recuperar los niveles de ciudades de antes de la pandemia entre el 66% de los londinenses y el 57% de los parisinos.

Habrá que ver cómo evoluciona el invierno de este año –con posibles nuevas variantes, confinamientos, vacunas y gestión de gobierno– para averiguar si los porcentajes pueden subir todavía más, estancarse o bajar.

 

 

Imagen principal: Millennium Bridge, en Londres / Unsplash