Son cada vez más los expertos que abogan por comprobar cuál es el estado del corazón de las personas que hayan sido infectados por la Covid-19, especialmente aquellos más vulnerables o en situación de riesgo y que hayan tenido síntomas más severos de la enfermedad. La razón es que algunos pacientes, especialmente los más graves, han experimentado muchos fenómenos inflamatorios y de coagulación en corazones y pulmones que podrían afectar el flujo sanguíneo a esos órganos.

Por lo tanto y, aunque normalmente asociamos Covid-19 con síntomas pulmonares, es igualmente importante tener en cuenta los efectos secundarios cardíacos. De hecho, se calcula que casi una cuarta parte de las personas hospitalizadas con Covid-19 desarrollan una lesión en el tejido cardíaco, además de enfermedades tromboembólicas o coágulos sanguíneos y arritmias. Debido a esto, los médicos están preocupados por las implicaciones a largo plazo de las infecciones por Covid-19 en la estructura y función del corazón, y la seguridad del ejercicio después de la infección.

Dolor pechoHaber pasado por una Covid grave puede conllevar problemas de corazón

Por este motivo, antes de empezar a hacer ejercicio demasiado pronto, deberían chequear el estado de su corazón. Al hacer ejercicio, el cuerpo necesita más flujo sanguíneo y oxígeno, lo que obliga al corazón a bombear más fuerte. Si ha resultado dañado de alguna manera por la enfermedad, el mero hecho de este esfuerzo puede ser contraproducente.

Por eso, en algunos casos, los expertos recomiendan hacer algún tipo de prueba médica. De hecho, se han hecho advertencias especiales para deportistas, especialmente los que tienen más de 35 años y se entrenan con asiduidad. Tanto ellos como aquellos que han sido hospitalizados, deberían hacerse electrocardiogramas, que sirven para registrar las señales eléctricas del corazón y son muy eficaces para detectar arritmias.

También son útiles los ecocardiogramas, que utilizan ondas sonoras para producir imágenes de este órgano. Son adecuados para detectar problemas con las válvulas o las aurículas y ventrículos. Los análisis de sangre de troponina miden los niveles de troponina T o proteínas de troponina I en la sangre, que se liberan cuando el músculo cardíaco se ha dañado. La resonancia magnética permite mediante imágenes evaluar el tamaño y la función, la extensión del daño, los problemas estructurales o la inflamación del corazón.

ElectrocardiogramaLos expertos recomiendan realizarse un electrocardiograma o un ecocardiograma

De esta forma, en los casos más graves de la enfermedad, estas pruebas permiten detectar en los individuos cualquier tipo de daño al corazón que puede acarrear más problemas a medio o largo plazo. Para el resto de la población que haya pasado por la Covid-19 sin síntomas demasiado graves, el mejor consejo es ser muy cuidadoso a la hora de volver a las rutinas normales, incluido el ejercicio físico. Es mejor ir poco a poco y comenzar haciendo una actividad más suave y, ante cualquier problema, acudir a un especialista que compruebe el daño que se haya podido producir.