Un estudio apunta que el asma podría ser un factor protector contra la Covid-19 en algunos pacientes concretos. Así lo indica un equipo de investigadores del grupo de Neumología del Vall d’Hebron Institut de Recerca (VHIR), que no ha encontrado indicios que los casos de asma tengan relación con una peor evolución del coronavirus.

El trabajo ha constatado que sólo el 3,2% de los pacientes hospitalizados en estado grave por Covid tenían asma, una prevalencia inferior a la población general, del 6%, y ha observado que la incidencia era todavía menor en pacientes con fenotipo T2. Sin embargo, los investigadores admiten que la explicación "no es clara" y no se sabe el porqué de esta situación.

El trabajo ha analizado a 71 pacientes asmáticos con coronavirus que habían ingresado en el Vall d'Hebron con neumonía desde el 1 de marzo hasta el 30 de junio. Se recopilaron datos sobre el fenotipo, la gravedad y el tratamiento que seguían por el asma. La gravedad de la Covid-19 se registró en función de las necesidades de oxígeno y apoyo ventilatorio y los hallazgos de la radiografía de tórax.

En el estudio sólo el 3,2% de los pacientes hospitalizados con enfermedad grave tenían asma, una prevalencia inferior a la de la población general de nuestro ámbito geográfico, que ronda el 6%. "Si también tenemos en cuenta que 54 (76%) de los 71 pacientes afectados presentaban comorbilidades que se ha demostrado que están directamente relacionadas con la afectación del coronavirus, la prevalencia de asmáticos sin otras alteraciones que sufren enfermedad grave se reduce a sólo el 0,8%", reflexiona María Jesús Cruz, jefa del grupo de Neumología del VHIR.

El doctor Xavier Muñoz, médico adjunto del Servicio de Neumología del Vall d'Hebron, admite que el estudio "tiene limitaciones inherentes a causa de su diseño" pero defiende los resultados y apuesta por reproducirlo en estudios con un mayor número de pacientes para "abrir una nueva vía de investigación en la lucha contra el coronavirus".

Fenotipo T2 como protector

Según el fenotipo, los pacientes asmáticos se dividieron en dos grupos: T2 (con los subgrupos T2-Th2 y T2-ILC2) y No T2. Se consideró que los pacientes tenían un fenotipo T2-Th2 si, según la historia clínica, eran alérgicos; y un fenotipo T2-ILC2 si no eran alérgicos pero el recuento absoluto de eosinófilos en sangre periférica era superior a 300 células por milímetro cúbico.

En el caso de pacientes con IgE elevada y una prueba de punción positiva o IgE específica en algunos de los pneumo-alergenos habituales, se los consideró alérgicos. Los pacientes que no cumplían ninguno de estos criterios se clasificaron como fenotipo No T2. El 76% de estos pacientes presentaban alguna comorbilidad además del asma.

De estos 71 pacientes, 42 tenían el fenotipo No T2, mientras que 20 eran alérgicos (T2-Th2) y 9 eosinofílicos (T2-ILC2). En pacientes con fenotipo No T2 se observó una gravedad mayor de la Covid-19. No obstante, la evolución con el tratamiento estándar fue buena en 67 pacientes (94%), mientras que cuatro murieron.

Explicación poco clara

Según los investigadores, la explicación de este hallazgo no es clara. Si bien algunos autores han sugerido que el tratamiento con corticosteroides inhalados puede proteger a estos pacientes de la enfermedad al disminuir la producción de citosinas; otros opinan que sería la presencia de eosinófilos activados la que protegería a los individuos de la infección, de forma similar a lo que ya se ha descrito por otros virus. Y una tercera hipótesis apunta a la interrelación entre el asma y el sistema renina-angiotensina.