En muchos procesos patológicos, sobre todo aquellos que tienen que ver con la salud mental, las terapias son esenciales en el tratamiento que siguen los enfermos. Sin embargo, en algunos casos, el hecho de tener que acudir a un terapeuta profesional y ponerse a hablar con él, puede resultar abrumadora para algunos pacientes. Una nueva investigación apunta a una nueva posibilidad que ofrecen las nuevas tecnologías.  

El estudio de la Universidad Edith Cowan demostró que el 30 por ciento de las personas prefiere hablar sobre experiencias negativas con un avatar de realidad virtual, en lugar de una persona. Los investigadores compararon las interacciones sociales en las que las personas participaban en una conversación de realidad virtual frente a las cara a cara.

Utilizaron la tecnología de captura de movimiento de la cara y el cuerpo para crear un avatar de movimiento realista que imitaba de cerca a su contraparte de la vida real, luego analizaron cómo las personas interactuaban con los avatares en comparación con las personas.

El doctor Shane Rogers, autor del estudio, asegura que los participantes calificaron su experiencia en función de factores como el disfrute, la comprensión percibida, la comodidad, la incomodidad y el grado en que sintieron que revelaron información sobre sí mismos. “En general, las personas calificaron la interacción social con realidad virtual como similar a la interacción cara a cara, con la excepción de la cercanía, donde las personas tendían a sentirse un poco más cercanas entre sí cuando estaban cara a cara”, afirma el experto.

Mujer Realidad Virtual

Si bien la tecnología de realidad virtual ha existido durante algún tiempo, el Dr. Rogers subraya que este estudio sugirió que el uso de la captura de movimiento para mejorar la realidad virtual podría catapultarla a nuestra vida cotidiana. “Esta tecnología tiene el potencial para una amplia aplicación en una serie de áreas, como la conversación informal, los negocios, el turismo, la educación y la terapia”, explica.

Según la investigación, el 30 por ciento de las personas preferían revelar experiencias negativas a través de la realidad virtual. Esto significa que la terapia podría abrirse a nuevas personas que no se sienten cómodas con las interacciones cara a cara tradicionales.

También podría permitir a los terapeutas realizar la terapia de manera más efectiva a distancia, ya que una persona puede estar en la sala del terapeuta (en realidad virtual) mientras está sentada en su propia casa”. El Dr. Rogers asegura que en los próximos cinco años la interacción social de realidad virtual se convirtiera en algo mucho más cotidiano de lo que pensamos.