El escritor Quim Monzó ha recibido esta noche el Premio de Honor de las Letras Catalanas en un acto que ha llenado el Palau de la Música. Monzó ha protagonizado un emotivo discurso recordando su vida adolescente y sus inicios en el mundo de los libros.

Monzó ha recordado que empezó a leer gracias a un bibliobús, y este bibliobús, para él, le garantizó la salvación. Y, de su experiencia personal, ha pasado a una paradoja: un bibliobús de la Generalitat republicana hizo su último viaje, en enero de 1939, conduciendo Mercè Rodoreda, Armand Obiols y otros escritores al exilio.

Monzó ha visto en eso una metáfora "de lo que ha sufrido y está sufriendo este país". Ha concluido su discurso afirmando que los tiempos de represión están retornando, y que teme "Que en algún día no muy lejano no tengamos que coger un bibliobús para huir de la injusticia".