Puede ser que los insultos a Irene Montero tengan consecuencias. No en forma de castigo, pero sí en forma de una modificación del Código Ético del Congreso de los Diputados. El presidente del grupo parlamentario de Unidas Podemos, Jaume Asens, ha explicado este martes que su formación estudia una reforma del texto porque algunos comportamientos, mayoritariamente protagonizados por la extrema derecha, sean sancionados. En una rueda de prensa en la cámara baja, se ha mostrado confiado sobre los apoyos que puede tener la idea en el Congreso: "Una norma de estas características tendría que tener un consenso amplio y tendría que permitir abordar cosas como las que pasaron la semana pasada".

Aunque ha admitido que "legislar en caliente no es nunca una buena idea", ha asegurado que la responsabilidad que los insultos no imperen en el Congreso de los Diputados es de la extrema derecha, pero "también del árbitro que no pita las faltas", en referencia a la presidencia de la cámara. "En el Congreso hay un vacío de poder", ha denunciado el diputado catalán, después de haber denunciado los insultos que han recibido las ministras Irene Montero y Yolanda Díaz, así como Begoña, Gómez, la mujer del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. "No es anecdótico", ha señalado Asens: "Forma parte de la estrategia global" de la extrema derecha para "desestabilizar" la política española.

Juan Carlos Campo, una puerta giratoria

Preguntado por cuál es la opinión de Unidas Podemos sobre la elección de Juan Carlos Campo para renovar el Tribunal Constitucional, Asens ha manifestado que se trata de una "puerta giratoria", teniendo en cuenta que se trata de un exministro socialista. "Es un acto de cinismo que se vetara a Victoria Rosell para ir al Consejo General del Poder Judicial" y que después el PSOE coloque a Campo en el Constitucional, ha dicho.

De todos modos, el presidente de Unidas Podemos ha asegurado que es "una buena noticia" que el Gobierno "cumpla con la ley" y presente nombres para el Tribunal Constitucional. Ahora bien, ha reconocido que a su formación le hubiera gustado poder haber discutido con el PSOE los nombres y la idoneidad" de los candidatos.

 

Las declaraciones de Jaume Asens han llegado pocas horas después de que el gobierno de Pedro Sánchez escogiera a los dos magistrados con los cuales renovará el Tribunal Constitucional, como le toca hacer cada nueve años. Esta vez, la entrada de Juan Carlos Campo, exministro de Justicia y redactor de los indultos a los presos políticos independentistas, y de la catalana Laura Díez, exdirectora general de asuntos constitucionales de la Moncloa, harán decantar la balanza hacia la mayoría progresista en el TC.

Hoy por hoy, el PP cuenta con 6 magistrados conservadores, ante los 5 del PSOE, después de que un miembro conservador dimitiera y su plaza quedara vacante. Con los dos nuevos fichajes del Ejecutivo español y aunque los conservadores nombraran a un sustituto de su color político, la alineación final podría quedar en 7-5 a favor de los progresistas.