Los Mossos d'Esquadra cuestionan al juez del caso Volhov ‑ que investiga la financiación en el movimiento independentista y el entorno del expresidente Puigdemont‑, en un informe que el octubre pasado dirigieron al titular del juzgado central de instrucción 6 del Audiencia Nacional para aclararle las "falsas" acusaciones y el montaje que quería hacer al equipo del comisario jubilado José Manuel Villarejo, uno de los jefes de la policía patriótica del PP, contra el mayor de los Mossos, Josep Lluís Trapero.

La Comisaría General de Investigación Criminal de los Mossos es la autora de este informe, rechazado por el juez de Madrid, que investiga Villarejo en el caso Tándem (y en secreto la causa de Tsunami). En el informe, de dieciocho pàginas, se intenta contextualizar un audio de noviembre de 2009, difundido por La Razon, entre Villarejo y otros dos comensales para implicar Trapero, que entonces era intendente, en un caso de drogas, con el fin de desacreditarlo porque investigaba responsables de la policía española en casos de corrupción en Barcelona.

En la conversación, registrada el 3 de noviembre de 2009, intervienen al excomisario José Manuel Villarejo y el exinspector del CNP Antonio Giménez Raso, también investigado en el caso Tándem, y que pide implicar Trapero (de quien Villarejo entonces no sabe ni quien era), el fiscal difunto David Martínez Madero (el informe de los Mossos se equivoca en el nombre y le pone "a Antonio") y el confidente policial Manuel Guitérrez Carbajo en una causa para que se les investigue en la Audiencia Nacional y puedan escuchar sus conversaciones. El tercer comensal es José Luís Olivera, entonces comisario jefe de la UDEF.

Proteger a un confidente

Gran parte del informe, sin embargo, se dedica a criticar una investigación del magistrado Joaquín Aguirre, titular del juzgado de instrucción 1 de Barcelona, iniciada en el 2009 por tráfico de drogas y bautizada con el nombre caso Macedonia. Se sostiene que se obsesionó a investigar e imputar toda una unidad policial de la Comisaría de Investigación, "perjudicándolos durante diez años hasta cerrarse" el caso, sin ninguna imputación. Según los Mossos, el juez Aguirre se creía que le habían escondido la relación del acusado de narcotráfico José Miguel Bono con Manuel Gutierrez Carbajo, que describen como "testigo clave" en diferentes operaciones y que al mismo tiempo les hacía de confidente, extremo que – según algunas fuentes- no habrían comunicado explícitamente al magistrado y por eso receló del cuerpo policial catalán.

En el caso Macedonia, la policía catalana ve la colaboración de personas próximas a Villarejo, así como de la acusación popular de Manos Limpias y del mismo juez para cuestionar los Mossos. En la investigación, se indicaron que había conversaciones entre Carbajo y Trapero, a quien, ciertamente, el juez estuvo a punto de imputar.

 

Trapero declarà de testigo

El más curioso de todo es que este informe policial, firmado por el intendente Antoni Rodríguez, jefe de la Comisaría General de Investigación Criminal de los Mossos y que tenía que desenmascarar Villarejo, ha servido ahora para ayudar a Gutierrez Carbajo, que el miércoles pasado empezó a ser juzgado por el caso Macedonia, junto con una decena de personas más, acusadas de tráfico de drogas. El abogado de Gutiérrez Carbajo presentó al tribunal de la sección 3.ª de la Audiencia de Barcelona este informe de los Mossos que cuestiona la investigación del juez Aguirre, y, por lo tanto, las acusaciones contra su cliente. En el informe, se expone que Carbajo también tenía que ser perjudicado por Villarejo porque fue un testigo clave en el caso de los prostíbulos Ribera y Saratoga de Castelldefels, dónde declaró que jefes de la policía española cobraban para alertar a los dueños de los locales de  las redadas. La fiscal del caso, Ana Gil, pide para Gutiérrez Carbajo once años de prisión. Nunca se encontró droga en su casa, sin embargo, recibía dinero del grupo por sus contactos, según la fiscal, la cual ha rehusado que se incorpore el informe del Mossos como prueba en el juicio. El tribunal lo tiene que resolver.

"El juez instructor desarrolló a lo largo de la investigación, en términos usados por la fiscal, un profundo perjuicio que lo llevó a sostener su teoría y a enriquecerla a base de decidir sin límite nuevas diligencias a medida que las que se practicaban no le ofrecían el resultado querido", sostiene el informe de los Mossos del instructor del caso Macedonia.

En el juicio del caso Macedonia, también se juzga un subinspector de los Mossos que estaba destinado en Vilanova i la Geltrú, Josep Ranea, quien el grupo de Carbajo tenía comprado con un sueldo de 1.000 euros en el mes y otros regalos para que los informara de operaciones policiales para evitar que los pillaran. La fiscal le pide once años de prisión. El juicio, iniciado esta semana con las cuestiones previas, se reanudará en enero y está previsto que el mayor Trapero declare como testigo, así como jefes de la Guardia Civil.

El caso Volhov

El caso Volhov estalló en noviembre del año pasado, cuando la Guardia Civil hizo una decena de detenciones por orden del magistrado Joaquín Aguirre para aclarar si había habido desvío de fondos públicos para financiar el movimiento independentista, especialmente en el exilio. El verano pasado, el juez instructor prorrogó la investigación seis meses más al considerar hay indicios delictivos del exconseller de ERC Xavier Vendrell y del exlíder de CDC David Madí para hacer negocios "aprovechando sus contactos políticos". También implica la jefe de la oficina del expresidente Puigdemont, Josep Lluís Alay, y el empresario Oriol Soler. Añade que la sociedad Iniciatives Events para obtener adjudicaciones habría cometido malversación de fondos públicos "afectando gran variedad de personas de relevancia pública", según la Guardia Civil.

La Guardia Civil fue quien escogió poner a esta operación el nombre de Volhov, que causó mucha polémica porque es el nombre de una batalla de las fuerzas de la Alemania nazi, al lado de las cuales participó la División Azul en Rusia. El cuerpo armado explicó a los periodistas que el nombre del caso era un error, pero no hizo ninguna nota oficial para aclararlo. Indicó que el nombre correcto es Voloh, que hace referencia a una diosa eslava. En la investigación de Barcelona sale Rusia, ya que Víctor Terradellas, exdirigente de CDC e investigado en un caso de corrupción a la Diputación de Barcelona que da paso al caso Volhov, asegura en una conversación, grabada y guardada por él, que dirigentes rusos le dijeron que enviarían a unos 10.000 soldados para ayudar al proceso de independencia de Catalunya. En este audio, Vendrell y Madí, por separado, se muestran incrédulos a esta afirmación.

 

Foto principal: Sala de la Audiencia de Barcelona, donde desde el miércoles pasado se juzga a los acusados del caso Macedonia / M.P.