El Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) ha decidido aplazar al 18 de noviembre el juicio al president de la Generalitat, Quim Torra, previsto para la próxima semana. Por medio de una diligencia se ha puesto una nueva fecha para el juicio por desobediencia por no retirar lazos amarillos durante la última campaña electoral.

El TSJC apunta que el aplazamiento se ha hecho porque no ha tenido tiempo para resolver las recusaciones planteadas por Torra contra dos de los tres magistrados y el juez de instrucción.

Por lo tanto, la decisión del tribunal no tendría relación con la decisión del president Torra de no acudir a la vista oral por la coincidencia con el debate de política general que celebrará el Parlament el miércoles y el jueves próximo, fechas coincidentes con las fijadas para el juicio -aunque entonces ya se había convocado el pleno- y que ahora han sido pospuestas.

La nueva fecha sitúa la vista con toda probabilidad después de conocerse la sentencia del Tribunal Supremo en el juicio contra la cúpula independentista catalana y también una vez pasadas las elecciones españolas del 10 de noviembre.

Recusaciones en cadena

La defensa del presidente de la Generalitat ha presentado en las últimas semanas la recusación del presidente del tribunal, Jesús Barrientos, por considerar-imparcial, y también de los magistrados Mercedes Armes y Carlos Ramos.

En todo caso, el presidente de la Generalitat expresó hace unos días la posibilidad de no presentarse a la vista oral dada la coincidencia con uno de los debates más importantes del Parlamento, cosa perfectamente legal ya que la Ley de enjuiciamiento criminal prevé que el juicio se celebre a pesar de la ausencia del acusado si se enfrenta, como es el caso, a menos de dos años de prisión. Torra se enfrenta a una petición de condena de la Fiscalía de 20 meses de inhabilitación.

El abogado de Torra, Gonzalo Boye, ha recordado en varias ocasiones que el motivo de las recusaciones viene de la controversia que siempre ha habido con los nombramientos de origen político, y ha remarcado que el mismo Barrientos, presidente del TSJC, manifestó su desconfianza con respecto a este tipo de nombramientos, apostando por buscar otro método de designación de lo que esté politizado. "Queremos imaginar que los deseos y promesas de Barrientos son también de aplicación a Torra", afirmó la defensa, que remarca que el presidente tiene una serie de derechos "por mucho que se lo quiera apartar de su cargo".