El president del Parlament, Roger Torrent, constata que detrás de la querella de la Fiscalía contra él, hay motivaciones políticas y también que buscan aprovechar el momento que, según él, más les interesa. Ayer, esta volvió a cargar contra las instituciones catalanas, Torrent y los miembros de la Mesa, por el rechazo a la sentencia del procés: "Lo que querría el TC es que la Mesa se convirtiera en un órgano censor, por eso se puso en contacto con los funcionarios", ha dicho Torrent en declaraciones a AquíCuní' de Ser Catalunya.

Y asegura que las intenciones del Tribunal Constitucional son que "no se pueda hablar de autodeterminación ni reprobar la monarquía" en el Parlament. Torrent ya lo ha advertido: "Eso no lo aceptaremos, porque entonces el Parlament y la democracia estarían limitados". Y recuerda que estos debates, o similares, ya se han planteado en otros parlamentos y no han tenido las mismas consecuencias, por lo que evidencia "la arbitrariedad" de la decisión.

Ahora, la querella admite dos interpretaciones: la política sin embargo, obviamente también la jurídica. Aunque Torrent da más peso a la primera cuestión, ha afirmado que harán una revisión jurídica y se dejarán aconsejar por los letrados de la casa y los que cada uno pueda tener. En esta querella también constan Josep Costa, Eusebi Campdepadrós y Adriana Delgado por admitir a trámite la propuesta de resolución que Junts per Catalunya, ERC y la CUP presentaron como respuesta a la sentencia del juicio del procés.

Torrent responde a Costa

El vicepresident primer de la Cámara, Josep Costa, ayer añadió la nueva querella de la Fiscalía a la demanda que ya presentó delante del TEDH junto con el secretario primero de la Mesa, Eusebi Campdepadrós —los dos de Junts—, denunciando "coacciones y censura" del Tribunal Constitucional contra el Parlament.

A pesar de las diferencias de partido, Roger Torrent suma esfuerzos y reconoce que "durante toda la legislatura ha habido una dinámica de intentar desgastar al socio independentista aprovechando la represión" y que "se trata de cooperar, no de competir" entre Junts y Esquerra. Y cierra filas: "La dialéctica no se puede basar en reproches o estar circunscrita a Twitter y sus caracteres".

Con respecto al interrogante de quién presidirá el Parlament en la próxima legislatura, Torrent no cierra la posibilidad a volver a reeditar su presidencia, pero tampoco que la CUP la pueda presidir: "Está bien que la CUP llegue a la conclusión de que para hacer política efectiva, llegue a las instituciones. Si quieren transformar la sociedad, mejorar el entorno y el contexto, se hace desde las instituciones. El Parlament también es una oportunidad, me parece bien que puedan plantear esta implicación".