El presidente Quim Torra ha aprovechado el mensaje institucional del día de Sant Jordi para recordar la existencia de presos políticos y exiliados y para pedir la intervención de la comunidad internacional para resolver el conflicto. En un mensaje en inglés desde el Palau de la Generalitat, Torra ha recordado que "estamos viviendo momentos difíciles" y que es el segundo Sant Jordi "diferente", por la existencia de presos y exiliados a causa de "la represión del reino de España".

Mientras en el Tribunal Supremo empieza una nueva sesión del juicio en el procés, el presidente ha denunciado que "los juicios políticos no pueden ser tolerados" y que una democracia no puede aceptar "que la voz de la gente sea silenciada con violencia y amenazas". "Pedimos una vez más la intervención de Europa y la comunidad internacional para resolver este conflicto de manera democrática", ha reclamado en este sentido.

"Estamos viviendo momentos difíciles. Después de dar voz a los ciudadanos para decidir el futuro político de Catalunya, algunos miembros del anterior gobierno están ahora en la prisión o en el exilio por la represión del reino de España. Por este motivo, el san Jordi de los últimos dos años ha sido diferente. Y tenemos que reclamar su libertad", ha asegurado dirigiéndose a la comunidad internacional.

"Por Sant Jordi celebramos que existimos como país"

En el anual mensaje del presidente desde la galería gótica del Palau, Torra, que se estrenaba, ha recordado la leyenda de Sant Jordi y ha asegurado que era "un caballero valiente y generoso que encarna el espíritu de un pueblo que se ha luchado ya con muchos dragones y que no se ha dejado vencer nunca".

Torra también ha tenido un mensaje para el catalán, en el día de la rosa y de los libros, recordando que esta lengua "ha sido perseguida y prohibida a lo largo de los siglos y que todavía hoy tiene adversarios, leyes e instituciones que la querrían hacer desaparecer". Además, ha defendido que esta festividad es muy importante "porque celebramos que existimos como país" y ha reivindicado Catalunya como una tierra de "acogida" que ha incorporado la "diversidad" y las "nuevas identidades".

El presidente ha acabado el discurso reclamando renovar con más fuerza que nunca "la lucha por el retorno y la victoria de la libertad".