El president, Quim Torra, ha decidido finalmente acudir a la inauguración de los Juegos del Mediterráneo en Tarragona, que presidirá el rey Felipe VI, acompañado del presidente español, Pedro Sánchez. Torra lo ha anunciado en una declaración institucional en el salón Torres Garcia del Palau de la Generalitat donde ha comunicado, no obstante, que a partir de este momento su ejecutivo rompe las relaciones con la Corona.

Torra ha recordado que la situación política es muy grave, con presos políticos y exiliados, y que no hay normalidad en Catalunya, donde "40 años después del fin del franquismo se sigue persiguiendo a personas por su ideología aunque sea escrupulosamente pacífica y democrática"; ha reprochado que "el rey de España no ha pedido perdón", desde que compareció el 3-O después de la represión contra el referéndum con "una violencia que causó un millar de heridos y ante la cual no ha tenido ni una sola palabra de apoyo ni consuelo a ellos ni a sus familias".

Como conclusión, ha explicado que se han adoptado cuatro decisiones. En primer lugar, que esta noche estará en la inauguración de los Juegos del Mediterráneo ―"porque es nuestra casa y no echarán al Govern y al president de nuestra casa nunca más. En Catalunya mandan los catalanes", ha argumentado―; en segundo lugar, ha añadido que, a partir de ahora ningún miembro del Govern asistirá a ningún acto del Rey y no se invitará al monarca a ningún acto organizado por la Generalitat.

Asimismo, ha explicado que entregará al Rey los informes del Síndic de Greuges sobre los excesos policiales del 1-O y la persecución judicial posterior y que, hoy mismo, renunciará al cargo de vicepresidente de honor de la Fundación Princesa de Girona.

"He esperado hasta el último momento a comunicar la decisión porque he esperado hasta el último momento a que el Rey reflexionara o, como mínimo, quisiera escuchar lo que les explico. Esta espera ha sido en vano", ha lamentado.

Torra ha recordado que "hoy hay ocho demócratas honorables y pacíficos encerrados por sus ideas", ha citado al vicepresident Oriol Junqueras, a los consellers y a Jordi Sànchez y Jordi Cuixart; se ha referido al exilio del president Carles Puigdemont, los consellers y la secretaria general de ERC, Marta Rovira, y la cupaire Anna Gabriel; ha denunciado la persecución de centenares de personas por sus ideas, maestros, artistas, simpatizantes de los CDR; y ha evocado el padecimientos de las familias de presos y exiliados.

El president ha lamentado que los esfuerzos del Govern por conseguir el diálogo y la negociación no han tenido ninguna respuesta. "Queremos dignidad y no fotografías. Queremos dignidad y no desprecio a la institución de la presidencia de la Generalitat. Queremos dignidad y que nuestros símbolos nacionales sean tratados como tales. Queremos dignidad y que se respete la dignidad del pueblo de Catalunya", ha reclamado.

El president ha recordado que el 1-O ganó la República en el referéndum, que el 27-O se declaró la independencia en el Parlament y que el 21-D ganaron los republicanos las elecciones en el Parlament. "No somos súbditos. Somos ciudadanos", ha proclamado.

"No podemos hacer como si nada, y no haremos como si nada. Por los presos políticos y exiliados, por la dignidad de nuestras instituciones y el pueblo de Catalunya. Y hoy por encima de todo, por Tarragona", ha concluido.

La decisión del president se ha hecho pública después de un largo debate sobre la mejor manera de expresar ante la Corona española el malestar por la actitud de Felipe VI de no denunciar la violencia policial contra los catalanes el 1-O. Al mismo tiempo, no obstante, el Govern quería evitar que una plantada al monarca se tradujera en abandonar un espacio institucional que le corresponde, como es la inauguración de los Juegos del Mediterráneo, que, ha querido recordar el president, no habrían sido posibles sin el apoyo de la Generalitat.

Torra ha hecho este anuncio al aterrizar en Barcelona después de que ayer se desplazara a Berlín para abordar este tema con el president Puigdemont.