El president de la Generalitat, Quim Torra, ha aprovechado un año más la tradicional recepción ante los representantes del cuerpo consular para denunciar que en Catalunya la situación de injusticia persiste y el ejercicio democrático "continúa comprometido".

En una breve intervención, el president ha recordado que, siguiendo las recomendaciones del grupo de trabajo sobre detenciones arbitrarias de las Naciones Unidas, el Govern ha reclamado la liberación de los presos políticos y el retorno de los exiliados. "Que acabe esta persecución", ha exigido.

Convocados en el Saló Sant Jordi del Palau de la Generalitat, los representantes diplomáticos han acogido con aplausos de cortesía las palabras del president. No ha habido ningún gesto de contrariedad, a diferencia del año pasado, cuando uno de los  cónsules abandonó el acto en el momento en que Torra denunció la existencia de presos políticos y exiliados.

El president, que ha insistido que el pulso con el Estado es un conflicto político y no judicial y requiere una salida política, ha subrayado que no pedía a nadie un posicionamiento a favor de la independencia sino solidaridad democrática por respeto a los derechos civiles y políticos, dado que el movimiento independentista es y será pacífico y democrático basado en derechos humanos esenciales.

Antes que Torra ha intervenido el conseller de Exteriors, Alfred Bosch, el cual ha agradecido el trabajo que hacen los representantes diplomáticos acreditados en Catalunya como "antídoto" de otras visiones que se transmiten sobre la sociedad catalana.

En plena polémica con el ministerio sobre las delegaciones en el exterior de la Generalitat, Bosch ha defendido las oficinas del Govern y ha asegurado que con su puesta en funcionamiento el ejecutivo cumple la su trabajo porque Catalunya quiere estar en el mundo y que el mundo se interese en ella.

cos consular ML