No era ningún secreto que la cohabitación entre la nueva presidenta de Junts, Laura Borràs, y el secretario general del partido, Jordi Turull, no sería un camino de rosas. Lo que era menos previsible era que la primera crisis reventara en pleno congreso del partido, justo en el momento en que se hicieron públicos los resultados de las votaciones de la nueva dirección. La tensión se disparó no solo porque Turull y la vicepresidenta Anna Erra, dos dirigentes que provienen de las filas convergentes, superaron a Borràs en la votación, sino porque, además, dos de los nombres que propuso la presidenta para la nueva ejecutiva, uno de ellos el secretario de organización, no consiguieron el 50% de votos imprescindible para asumir el cargo. Todo ello ha vuelto a hacer crecer el malestar en las relaciones entre Borràs y Turull. El secretario general será, según el reglamento de elección de cargos, responsable de proponer un nuevo candidato a la secretaría de organización en el plazo de un mes.

En un primer momento se aseguró, con el congreso de este sábado todavía en marcha, que había un acuerdo en la cúpula del partido para dar entrada a todos los nombres propuestos a pesar del resultado adverso. Esta posibilidad, sin embargo, ha provocado la respuesta de varias agrupaciones comarcales, que argumentan que la barrera del 50% se ha aplicado en todos los procedimientos electorales internos que se han hecho hasta ahora y este caso no puede ser una excepción. Así las cosas, el intento del entorno de la presidenta para que los dos dirigentes accedan a la ejecutiva a pesar de no haber conseguido los votos, está tensando la relación con los turullistes, que apuestan por aplicar el reglamento que aprobó la militancia antes del congreso.

El acta del congreso certifica

Este mediodía, según podido saber ElNacional.cat, Junts ha recibido el acta de la mesa del congreso en que se hace constar que el candidato a la secretaría de organización, David Torrents, no ha conseguido ser escogido al no superar el mínimo de votos requeridos, como tampoco la candidata a vocal Ester Vallès. El acta también hace constar que Miquel Sàmper ha presentado la dimisión por incompatibilidad con el cargo que ostenta en la Comissió Jurídica Assessora de la Generalitat.

El congreso de este sábado en Argelers (Roselló) votó a los miembros de la nueva dirección del partido que habían pactado previamente Borràs y Turull para evitar un enfrentamiento entre las familias de Junts. No obstante, la votación, que registró una participación inferior al 40% de la militancia, hizo evidente un voto de castigo a los nombres propuestos por Borràs, empezando por ella misma que quedó situada en tercer lugar y por la vicepresidenta Aurora Madaula (919), que a duras penas superó el 50% de los votos de la vicepresidenta más votada, Anna Erra (1.791 votos).

El reglamento de elección de cargos de la ejecutiva señala claramente que para ser escogido hay que conseguir "más del 50% de los votos del candidato a la ejecutiva nacional más votado". Esto deja fuera de la dirección a la apuesta de Borràs para la secretaría general, David Torrents, que consiguió 818 votos, frente a los 1.854 que recibió Turull. Lo mismo pasa con Ester Vallès, que quedó en último lugar entre los vocales con 908 votos. Además, un tercer nombre incluido a la candidatura por Borràs, el exconseller Miquel Sàmper, que quedó situado como el tercer candidato menos votado, tendrá que ser sustituido porque ha optado finalmente por mantener su cargo en la Comisión Jurídica Asesora de la Generalitat, que es incompatible con tener responsabilidades a un partido.

Nuevo candidato

Según el artículo 11.2 del reglamento, "en caso de que quede vacante el cargo de secretario de organización o el de secretario de finanzas, el secretario general tendrá un mes para proponer un nuevo candidato, siempre respetando el criterio de la paridad". Esta propuesta tendría que ser ratificada, de nuevo, por la militancia.

La tensión se hizo evidente ya en Argelers y ha ido creciendo a lo largo del fin de semana. El entorno de Borràs no esconde la profunda irritación por el revés en las votaciones y, de hecho, lo ha hecho saber públicamente. A través de un tuit, Madaula atribuyó el castigo que sufrió en la cumbre a que defienden la independencia. "Hay gente que ha cerrado la carpeta de la independencia. Y los que no lo hacemos, molestamos", reprochó.

Este tuit irritó a los turullistes que recuerdan que el conseller está inhabilitado y estuvo más de tres años en la prisión por su participación en el 1-O. Además, en opinión de estos dirigentes, entre los cuales no ha pasado desapercibido que la presidenta ha retuiteado el tuit de Madaula, resulta "profundamente irresponsable" hablar en estos términos de la formación de la cual la acaban de nombrar vicepresidenta.